Tiene mucho mérito que la serie The Chosen (Los elegidos) haya llegado a tantos espectadores, financiándose mediante una campaña de crowdfunding y sin emitirse desde ninguna plataforma popular. Lo bueno merece la pena y cada vez va siendo más accesible. Recientemente se han proyectado varios capítulos en los cines. Sin embargo, no está en el catálogo de Netflix, como en principio se anunció.
A nadie se le escapa que una de sus grandes claves está en el personaje de Jesús, interpretado por Jonathan Roumie. Justo desde su contundente entrada en escena, la serie comenzó a llamar poderosamente mi atención. En la película muda Rey de reyes descubrimos a Cristo desde la perspectiva de un niño ciego al que acaba de curar. El recurso de Cecil B. DeMille es magnífico. La francesa Gólgota juega con el fuera de plano para dilatar la aparición del Maestro en la pantalla, generando expectación. En The Chosen (Los elegidos) lo vemos por primera vez envuelto en un halo de misterio, sujetando la mano de una María Magdalena hasta entonces perdida.
Jonathan Roumie, el elegido
El protagonista de The Chosen (Los elegidos) es católico romano, al igual que su madre irlandesa, aunque fue bautizado como ortodoxo griego, la confesión de su padre egipcio. Cuando su familia se trasladó a los suburbios de Nueva York, no encontraron una comunidad ortodoxa y empezó su transición a la Iglesia católica, donde hizo la comunión y se confirmó1.
Su primera representación de Jesucristo no ha sido en The Chosen (Los elegidos). Anteriormente lo interpretó en una producción teatral sobre Faustina Kowalska, titulada Faustina: Messenger of Divine Mercy. Su intervención estaba grabada y se reproducía en una pantalla durante las funciones2.
Repitió en el cortometraje Once We Were Slaves. Se presentó al casting para el papel de ladrón arrepentido y acabó quedándose con el de Jesús. El corto estaba dirigido por Dallas Jenkins y el realizador debió terminar muy satisfecho con su trabajo, porque más tarde le ofreció el mismo personaje en The Chosen (Los elegidos)1. Ya se sabe, los inescrutables caminos de Dios. Y si no que se lo digan a Robert Powell, que iba a hacer de Judas antes de convertirse en el icónico Jesús de Nazaret de Zeffirelli.
Entre lo divino y lo humano
La dualidad entre las distintas naturalezas de Cristo se ha mostrado de forma diferente, dependiendo de la época o de la visión subjetiva de cada director. En la década de los setenta, Franco Zeffirelli ensalzó su divinidad en Jesús de Nazaret de tal manera que a Powell no le resultó fácil encontrar un equilibrio: «Tenía que interpretar a alguien a quince centímetros del suelo. A alguien divino que pudiera comunicarse, al mismo tiempo, con agricultores y pescadores»3.
En The Chosen (Los elegidos) no solo es cercano, sino que bromea con sus discípulos. A veces ríe y otras llora. Incluso parece sentirse vulnerable cuando María le pide un milagro en Caná y su momento llega antes de lo previsto. Ese lado humano tiene su contrapunto en el misticismo que transmite Roumie con su mirada. Los evangelios hacen diversas menciones a esa mirada de Jesús tan impactante para aquellos que se cruzaron con Él y que interesó de un modo especial a Zeffirelli. El actor refleja autoridad, templanza y compasión. Se ayuda de una muy buena modulación de la voz, de la que se pierden algunos matices en el doblaje para España.
En relación a su personaje, Roumie declaró en una entrevista: «Creo que tengo una gran ventaja respecto a cualquiera que haya interpretado a Cristo, por la capacidad de ‘humanizarlo’ y por el tiempo que dedicamos a las historias que estamos contando»4. Un referente como Jim Caviezel hizo un papel de una alta exigencia física en La Pasión de Cristo, limitado a las últimas horas de la vida de Jesús -salvo algún breve flashback– y sin ninguno de esos largos parlamentos que tanto gustan a los actores. Una serie de varias temporadas, apoyada en un buen guión, permite un desarrollo mucho más amplio.
Raíces en Oriente Medio
En 2017, Robert Powell contó en The Wright Stuff, un programa de la televisión inglesa, que durante un rodaje en Venezuela sus compañeros fueron a misa y, al regresar, le dijeron riéndose que había estado con ellos en la iglesia. Resulta que su imagen estaba detrás del altar. Yo también recuerdo haberlo visto en algún cartel en más de una parroquia. Así es difícil no encasillarse.
La representación de Powell como Nazareno caló en el imaginario colectivo, aunque sus rasgos británicos y ojos azules, en teoría, no se aproximen tanto al aspecto que pudo tener el Mesías. Para un acercamiento más preciso, Jim Caviezel utilizó una prótesis nasal en La Pasión de Cristo y el color azul de sus ojos se cambió a marrón digitalmente.
Roumie, aparte de raíces egipcias, tiene orígenes sirios por parte de su abuelo paterno4. La caracterización, en su caso, es más sencilla. Con cuarenta y ocho años es mayor que Powell y Caviezel, cuya edad era similar a la de Jesús, pero no es algo que salga de ojo. Lo que no pasa desapercibido es su altura. Mide un metro ochenta y dos, más o menos lo mismo que la efigie grabada en la Sábana Santa.
Compromiso y ecumenismo
El sindicalista Enrique Irazoqui no tenía el más mínimo interés por protagonizar El evangelio según san Mateo y a Pasolini le costó conseguir que aceptara. En el lado opuesto está Jim Caviezel, que se entregó en cuerpo y alma en La Pasión de Cristo. No solo dio el máximo como actor, sino también a nivel espiritual, porque siendo creyente el encargo implicaba para él una gran responsabilidad.
Jonathan Roumie es católico practicante, como Caviezel. Se prepara interiormente para el papel orando, meditando los evangelios y asistiendo a misa5. Hace un año y medio fue recibido por el papa Francisco en el Vaticano. El pontífice le dijo sobre su personaje: «Que lo imites, que lo encuentres y que te haga feliz». En esa audiencia le acompañó Dallas Jenkins, que es evangélico.
The Chosen (Los elegidos) es una serie ecuménica. Mientras escribía este artículo, ha surgido en las redes una considerable polémica a raíz de un mensaje de sensibilidad protestante -y no precisamente ecuménica- publicado en el perfil de Instagram de la producción. En sus capítulos, sin embargo, no hay nada objetable hasta ahora, más allá de inexactitudes que pueda haber en la ficción de los hechos. Para Roumie no es ningún problema trabajar a las órdenes de Jenkins: «…somos apasionados de Cristo y quiero a Dallas como a un hermano evangélico; al igual que amo a mis hermanos judíos mesiánicos que aman a Cristo y a cualquier otra persona que esté abierta a Dios y quiera saber quién es Cristo…»1.
Si nos perdemos en discusiones, como aquellos caminantes de Emaús, entonces no seremos capaces de reconocer el rostro de Cristo. The Chosen (Los elegidos) tiene potencial incluso para llegar a no creyentes que le den una oportunidad. La prueba está en que ha convencido a críticos normalmente mordaces con las producciones cristianas y hasta ha entusiasmado al atormentado cineasta Paul Schrader. Y esto se debe, en gran medida, a su representación de Jesús como alguien cercano, a quien querrías tener como amigo. Robert Powell marcó un hito en su época y Jonathan Roumie está ofreciendo la interpretación que necesitan los espectadores de nuestro tiempo.
2. C. Fox, Catholic actors bring live ‘Passion of the Christ’ to central Los Angeles. Angelus News, 25-03-2019.
3. F. Gumley, Actor says Jesus part «hardest I’ve ever done». Catholic Herald, 25-03-1977.
4. B. Dail, Actor in ‘The Chosen’ Hopes to Lead People ‘to Christ in Some Way’. National Catholic Register, 04-05-2020.
5. J. J. Martín y J. M. Aresté, Para interpretar a Jesús siempre empiezo rezando. Omnes, 28-10-2022.