A principios de verano se presentó la XVIII edición de la Semana de Cine Espiritual. Entre las películas seleccionadas para este año se encuentran títulos interesantes como Rocca cambia el mundo, que cuenta la historia de una muchacha encantadora y preocupada por los más necesitados; El año que dejamos de jugar, donde una niña judía huye con su familia de los nazis; y Minari. Historia de mi familia, en la que el director Lee Isaac Chung plasma los recuerdos de su infancia.
Otras producciones son la comedia ¿Dónde está el truco?, la cinta de animación Los olchis, Supa Modo -de la que hablo más adelante- y Cerca de ti. Esta última, del director de Nunca es demasiado tarde Uberto Pasolini, me resulta especialmente prometedora. Su estreno está previsto en España en el mes de noviembre.
Supa Modo relata la historia de una superheroína. Lo cierto es que no se parece demasiado a las que podemos encontrar en el universo Marvel, sin embargo, no le falta intensidad. Muestra que la alegría y la solidaridad pueden llegar a ser superpoderes capaces de movilizar a un pueblo entero para rodar una película.
Su protagonista, Johana, es una niña de nueve años con cáncer terminal, a la que le apasionan las cintas de superhéroes. Su madre decide sacarla del hospital para que pase las últimas semanas de vida en casa, pero su decisión de protegerla, alejándola de sus amigos y de la sala de cine, no ayuda a que Jo se encuentre mejor. Serán su hermana mayor y los habitantes de la aldea los que aunarán esfuerzos para que la pequeña viva de la mejor manera el tiempo que le queda.
El mayor deseo de Jo es poder protagonizar un film en el que interprete a una heroína que ayuda a los demás y combate a los malvados. Su madre es comadrona en la localidad donde viven. Libra una lucha entre ayudar a dar a luz a otros y ver cómo su hija se apaga.
La película está ambientada en una pequeña aldea de Kenia donde, aunque escasean las riquezas materiales, la solidaridad rebosa de casa en casa. Todos viven en una auténtica comunidad en la que unos se preocupan por otros. Y, en este escenario, sorprende la madurez y la alegría de una niña, consciente de que algún día tiene que marcharse, porque las circunstancias son las que son.
Es agradable encontrarte con un largometraje de estas características, donde se aprecia que con pocos medios a veces se puede hacer mucho. Todos necesitamos ser escuchados y sobreproteger raras veces ayuda. La historia es un canto a la ilusión, la esperanza y el amor. Es la preciosa lección de vida que puedes encontrar en este film de poco más de setenta minutos.