Camino

1. Todos somos caminantes por naturaleza. La cuestión es si seguimos los caminos de los hombres, que con distintos trazados son siempre vueltas que te dejan en el punto de partida, o el Camino de Dios, que nos lleva hacia Él.

2. Todos sabemos que el bien construye y el mal destruye; aun así, de nada nos sirve saberlo si nuestra libertad no está iluminada por la sabiduría del Evangelio.

3. El que sabe encontrarse con Dios por medio de la Palabra podrá decir un día Amén a su historia sin cambiar ni una sola coma; y no por heroísmo, sino por la grandeza y belleza de su historia.

4. Pretender que los hombres llenen los vacíos que la vida nos provoca con sus socavones es pedir demasiado. La Buena Noticia es que a Dios nunca le pediremos demasiado.

5. Cuando viajamos hacia un lugar y notamos el cansancio miramos las señales de la carretera para ver si estamos ya cerca del destino. Viajamos hacia Dios y no preguntamos a qué altura estamos del fin del viaje.

6. Frente a tanto vampiro que nos absorbe la sangre, se eleva Aquel que con su sangre nos rescató de toda opresión; aun así nuestra querencia hacia los vampiros no cesa.

7. Sepamos estar silenciosos ante Dios para que de su Espíritu salgan esas palabras que jamás se repetirán porque Él las pronuncia sólo para ti.

8. Al ser azotados Pedro y Juan por los judíos se sintieron dignos de poder sufrir como discípulos de Jesús (Hch 5,41). Hoy, cuando somos humillados por nuestra fe salimos a la calle para protestar. Algo falla.

9. Los fariseos presionaron a los judíos para que no se dejasen embaucar por ese tal Jesús (Jn 7,47). No han cambiado mucho las cosas; en no pocos foros se sigue diciendo que Jesús y su Evangelio son sólo para los incautos.

10. Tengo un asunto entre manos, solemos decir. También Dios tiene un asunto entre sus manos, que es el de encontrarse contigo; claro que quizás ese asunto nunca lo harás tuyo.

11. Un hombre vive en la medida en que mantiene en su interior una pasión que le desborda por completo y que crece con el tiempo en vez de marchitarse. Estamos hablando de la Pasión-Dios.

12. Vuestros caminos no son mis caminos, ni vuestros proyectos los míos (Is 55,8). Necesitamos un camino y un proyecto inmensamente mayor de lo que podemos soñar para dejar a Dios trabajar en nosotros.

13. La principal causa de la infección de nuestras heridas interiores es que las queremos cerrar con nuestras agujas, en vez de dejar a Dios que ponga sus manos en ellas.

14. Dios creó al hombre para amar y ser amado. El problema es que buscamos atajos que nos llevan a un amor sin verdad, y a una verdad sin amor. Dios no está en esos atajos.

15. En nuestros genes está no aceptar ser dominado por otro, sea quien sea. No se entiende entonces que dejemos que el Príncipe del mal nos someta a su antojo.

16. Lo mejor del camino que Jesús propone en el Evangelio es la libertad que te da para escogerlo o no. Satanás primero te deslumbra con su seducción, y después escoge por ti.

17. El movimiento interior que te lleva a ofrecer tu amistad a quien te ha hecho daño es un movimiento que podemos llamar divino, porque el hervor de tu sangre te pide lo contrario.

18. Al que camina de la mano del Hijo de Dios no le preocupa mucho cómo le va a llevar hasta el Padre (Jn 14,6). Con tener su mano cogida a la de Jesús le es más que suficiente.

19. Para vivir una historia de amor al nivel de nuestros sentimientos nos bastamos solos. Para vivir una historia de amor eterna necesitamos quien la cree y la sostenga. Estamos hablando de Dios.

20. Un buscador de Dios se plantea mil interrogantes justamente por su amor a la verdad; Dios, a quien busca, ilumina sus dudas. El que sólo se busca a sí mismo no necesita interrogantes, desgraciadamente él es el interrogante sin resolver.