Entre las mejores películas humanistas que han llegado a los cines durante 2014 sobresale, sin duda, la última obra de los hermanos Dardenne. El resto, globalmente, no alcanza el nivel de otros años en cuanto a valores, pero se trata de títulos con unas indudables cualidades. En esta nueva lista vuelven a convivir producciones de una considerable difusión comercial y estrenos bastante limitados, que han pasado algo desapercibidos.

 

1

Dos días, una noche

Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne

Dos días, una noche Los multipremiados hermanos Dardenne llevan décadas abordando dramas sociales de calado, sin ningún tipo de artificios, en filmes como El hijo o El niño de la bicicleta. En su último trabajo presentan la historia de una mujer que, si quiere conservar su trabajo, debe convencer a sus compañeros para que renuncien a cobrar la paga extra. El relato va directo al espectador, cuestionándole sobre cuál sería su decisión en un trance así. En la veracidad del desarrollo tiene mucho que ver Marion Cotillard, que está fantástica desde el primer minuto.


2

Trash, ladrones de esperanza En un basurero de Río de Janeiro unos chavales encuentran una cartera con una importante información, que intentarán descifrar. Partiendo de esta premisa, Stephen Daldry denuncia la pobreza de los suburbios de Brasil y la corrupción que acecha al país con esta fábula moral, donde tres jóvenes amigos lo arriesgan todo con tal de hacer lo correcto. Ellos representan el reverso de esperanza entre tanta miseria, sostenidos en las dificultades por una fe que alienta el párroco de la iglesia de su favela.


3

Nunca es demasiado tarde Hace poco más de un mes se estrenó, sin mucho ruido, esta cinta británica protagonizada por un funcionario, de un distrito londinense, encargado de que los fallecidos en soledad tengan un entierro digno. La humanidad con la que el empleado público materializa su labor es invisible para los demás, puesto que él mismo está socialmente aislado, añorando que llegue su oportunidad en la vida. Este largometraje de Uberto Pasolini, un productor poco pródigo en la dirección, nos apela a prestar atención a aquellas personas de nuestro entorno que más la necesitan.


4

St. Vincent

Theodore Melfi

St. Vincent Esta comedia narra la amistad entre Oliver, un chico de doce años, y su malhumorado vecino, Vincent. Este accederá, muy a su pesar, a ser el canguro de Oliver para paliar sus problemas económicos. El film ofrece una interpretación actual del valor de la santidad, a través de un trabajo que el maestro de Oliver, un dinámico sacerdote, les propone realizar a sus alumnos. Con el respaldo de la mejor versión de Bill Murray, la película nos habla de la escasez de referentes morales -con tantas familias desestructuradas- y sobre la conveniencia de no juzgar a los demás por las apariencias.


5

El viento se levanta

Hayao Miyazaki

El viento se levanta Miyazaki ha vuelto a deslumbrar, en esta ocasión, con una propuesta más adulta de lo que acostumbra. En ella refleja la pasión por los aviones del ingeniero aeronáutico Jiro Horikoshi, así como el poder de los sueños y el esfuerzo que requiere hacerlos realidad. La entrada en guerra de Japón choca con la idea de libertad que Jiro asocia a las aeronaves. Su talento será utilizado para fines ilegítimos. Pese a la polémica que la producción ha generado en su país de origen, su mensaje antibelicista -muy en la línea de Studio Ghibli- es claro. La obra está redondeada por una preciosa historia de amor.