Entre los numerosos largometrajes que han tratado de descifrar los designios de Dios y su presencia en nuestras vidas, hemos seleccionado estos cinco recomendables títulos.

 

El árbol de la vida

2011 | Terrence Malick

El árbol de la vida No es fácil sintetizar una película tan compleja y excepcional en unas pocas líneas. Indudablemente es una de las obras más trascendentes que ha deparado el séptimo arte. De la mano del personalísimo Terrence Malick nos habla sobre el silencio de Dios, a la par que expone dos opciones vitales a elegir: el camino de la naturaleza o el de lo divino. Narrativamente es una cinta difícil, pero constituye una insólita aproximación hacia el misterio, escenificada con una poética belleza visual.


Lourdes

2009 | Jessica Hausner

Lourdes Su incursión en esta lista podría chirriar si nos quedamos en el detalle de que su directora, la austriaca Jessica Hausner, es agnóstica. Sin embargo, en una época donde la religión se ha convertido en un tema casi tabú, incluso ofensivo para algunos, resulta reconfortante que se planteen con tanto rigor cuestiones como la aleatoriedad de los milagros o el enigmático modo en que actúa la providencia. El relato ofrece pocas respuestas a sus múltiples preguntas, que buscan interpelar de lleno al espectador.


La última cima

2010 | Juan Manuel Cotelo

La última cima Hace unos años se reveló como una de las sorpresas más agradables del panorama cinematográfico español, convirtiéndose en un rotundo éxito de público. Este documental, dirigido por Juan Manuel Cotelo, versa sobre Pablo Domínguez, un sacerdote fallecido en la montaña. La propuesta se aleja de los estándares del formato biográfico, efectuando una interesante introspección en asuntos como la transcendencia de la vida o la presencia de Dios en la Eucaristía. Todo ello con un tono ameno y profundo, que no deja indiferente.


Cartas a Dios

2009 | Eric-Emmanuel Schmitt

Cartas a Dios El converso Eric-Emmanuel Schmitt llevó a la pantalla su propia novela, narrando la relación entre un muchacho de diez años, enfermo de cáncer terminal, y una arisca vendedora de pizzas. Contra todo pronóstico, esta ayudará al chico a afrontar su destino, abriéndole los ojos a la esperanza. El largometraje subraya el valor sanador de la generosidad y del amor, dentro de un conjunto que da con el tono adecuado para contar esta trágica y entrañable historia.


Ordet (La palabra)

1955 | Carl Theodor Dreyer

Ordet (La palabra) Con motivo del quinto aniversario de la web, solicitamos a distintos críticos su lista de las mejores películas con valores espirituales. La cinta más votada fue esta obra maestra, mediante la que Dreyer aborda de forma directa el sentido de la fe, vinculándolo con naturalidad al significado de la propia existencia. Con un ritmo pausado y unos personajes inolvidables va poniendo en liza diversos temas de calado, conduciéndonos hacia un final verdaderamente milagroso.