

Año: 2007
País: Italia
Duración: 200 min. (2 capítulos)
Género: Drama, Biográfico
Categoría: Santos y beatos
Edad: +7
Director: Fabrizio Costa
Guión: Francesco Arlanch
Música: Marco Frisina
Fotografía: Giovanni Galasso
Reparto: Ettore Bassi, Maria P. Petruolo, Gabriele Cirilli, Ivano Marescotti, Luigi Diberti, Antonella Fattori
Asís, 1198. La familia de la pequeña Clara tiene que huir a la cercana Perusa, tras el alzamiento del pueblo contra los nobles de la ciudad, en el que participa Francisco Bernardone. Años después, las mieles de la victoria se tornarán en tragedia para este hijo de un rico mercader, al ser capturado en la batalla de Collestrada. Recluido en una prisión a la espera de ser liberado por los suyos, comenzará a replantearse sus prioridades.
Estamos ante la mejor adaptación sobre Francisco de Asís hasta la fecha, junto con la película neorrealista de Roberto Rossellini, Francisco, juglar de Dios. Es justo decir, eso sí, que el listón no estaba demasiado alto, a excepción del citado título de Rossellini. Esta serie televisiva de dos capítulos, coproducida por la Rai, logró un importante éxito de público en Italia. Pese a ciertas inexactitudes históricas, es considerablemente fiel a los hechos y al espíritu franciscano. Secuencias como la consagración de Clara son tan genuinas y bellas que valen, por sí mismas, casi tanto como otras versiones anteriores.
La trama le concede un especial protagonismo a Clara, como se vislumbra en el propio título. La decisión resulta acertada, pues no se trata de un personaje secundario dentro de la fraternidad franciscana, pese a la enorme trascendencia espiritual del Poverello. La cinta representa a ambos de manera atinada, con carisma y profundidad. Entre los secundarios se echa en falta al leal hermano León sustituido, en parte, por fray Iluminado, mientras que destaca la caracterización nada maniquea de un Pedro Bernardone brusco y altivo, pero a la vez humano y preocupado por su hijo.
Clara y Francisco nos cuenta la historia de dos jóvenes de entornos acomodados, que dejaron atrás una vida que no les llenaba, para encontrar el sentido a su existencia en el Evangelio, llevando a la práctica su fe de una manera revolucionaria para la época. A través de una nueva orden, irán tras las huellas de Cristo, como el film señala con destreza cuando Francisco le pregunta a su compañera si está siguiendo sus pasos y esta le contesta: “Pero más profundos”.
El relato tiene valores interreligiosos, ya que recoge el capítulo en el que Francisco puso la primera piedra para el diálogo entre confesiones, viajando hasta Tierra Santa para negociar la paz con el Sultán, en plenas cruzadas.