

Año: 2012
País: México
Duración: 145 min.
Género: Drama, Histórico
Categoría: Laicos
Edad: +13
Director: Dean Wright
Guión: Michael Love
Música: James Horner
Fotografía: Eduardo Martínez Solares
Reparto: Andy Garcia, Oscar Isaac, Catalina Sandino Moreno, Santiago Cabrera, Eva Longoria, Peter O’Toole
México, 1926. Años después de la revolución, las abusivas leyes anticlericales impuestas por el presidente Calles, restringen la libertad de culto religioso. Parte del pueblo se levanta en armas, en respuesta a la injusta persecución orquestada contra la Iglesia católica, organizándose en los llamados cristeros.
Esta esperada película, la más cara del cine mexicano, ha supuesto el debut de Dean Wright como realizador, tras una brillante trayectoria en la que ha alternado tareas de supervisor y productor de efectos especiales, en obras tan relevantes como la trilogía de El señor de los anillos o las dos primeras entregas de Las crónicas de Narnia. Para este largometraje ha contado con un buen elenco de actores hispanos, conformado por intérpretes como Oscar Isaac, Eva Longoria o Eduardo Verástegui, más la aportación del incombustible Peter O’Toole.
Otra de las estrellas de la función es el hispanoamericano Andy Garcia, dando vida al general Enrique Gorostieta, un hombre dedicado a los negocios, que echa de menos su época militar. Aun siendo ateo, encuentra un buen pretexto para volver a la acción en el generoso salario que le ofrecen los cristeros y, además, se identifica con la libertad religiosa por la que pelean.
A lo largo de la cinta se nota la experiencia de Wright en el ámbito visual, a la hora de escenificar las abundantes secuencias bélicas, que acentúan la épica del conjunto. En general, los hechos se trasladan a la gran pantalla de un modo atractivo, sobre todo para el público católico, a pesar de la violencia de pasajes que, en algunos casos, son representados en clave cristológica. Lástima que en las más de dos horas de duración del relato, se desplieguen demasiadas tramas, sin llegar a profundizarse lo suficiente en algunas, pese al extenso metraje. Lo cierto es que, aunque la propuesta resulta interesante, adolece de un mayor alcance dramático y complejidad en sus argumentos.
El contexto político de hostilidad hacia la fe en el que transcurre la historia, recuerda a la reciente Encontrarás dragones, un título con más brío, pero no tan equilibrado como For Greater Glory en la exposición de la contienda. Si bien Wright se postula a favor de los cristeros, se agradece su sinceridad a la hora de mostrar las atrocidades cometidas por ambos bandos en un suceso, que ya había sido llevado al cine en 1947, cuando John Ford y Henry Fonda unieron sus fuerzas en El fugitivo, sin hacer referencias explícitas al conflicto mexicano.
En la narración subyace la contradicción en la que incurrieron muchos católicos, incluso algunos sacerdotes, sirviendo a Dios con las armas. Obviamente, la opresiva etapa que vivió México con la Ley Calles fue muy compleja y, por eso, el film deja constancia de diferentes posturas que hubo dentro de la población cristiana. Desde el carácter guerrillero del padre Vega, hasta la resistencia pacífica por la que optaron Anacleto González Flores y otros. En menor medida vemos la difícil posición oficial de la Iglesia católica, centrada en negociar la paz con el gobierno, con la mediación de los Estados Unidos.
Entre los personajes que aparecen en la película, figuran cuatro mártires que dieron testimonio de su fe ante sus verdugos: los padres José María Robles y Cristóbal Magallanes, canonizados en el año 2000 por Juan Pablo II, y los laicos José Sánchez del Río y el citado Anacleto González, beatificados por el papa Benedicto XVI, en 2005.