

Año: 2004
País: Italia
Duración: 196 min. (2 capítulos)
Género: Drama, Biográfico
Categoría: Santos y beatos
Edad: TP
Director: Lodovico Gasparini
Guión: Lodovico Gasparini, Saverio D’Ercole, Graziano Diana, Carlo Mazzotta, Francesca Panzarella, Lea Tafuri
Música: Marco Frisina
Fotografía: Giovanni Galasso
Reparto: Flavio Insinna, Lina Sastri, Charles Dance, Daniel Tschirley, Fabrizio Bucci, Lewis Crutch
Turín, siglo XIX. Don Bosco es un sacerdote, procedente de una familia de humildes campesinos, que está plenamente entregado a su encomiable tarea en favor de muchachos marginados, que viven inmersos en la pobreza. Aparte de acogerlos en su oratorio, ofreciéndoles el amparo que el sistema no les proporciona, el clérigo trabajará para abrirles las puertas hacia un futuro mucho más esperanzador.
Esta miniserie de dos capítulos fue muy bien recibida en Italia, durante su estreno en 2004, como suele suceder allí con este tipo de biopics de corte religioso. Las tareas de dirección recayeron en Lodovico Gasparini, un realizador con una amplia experiencia en producciones televisivas, mientras que la responsabilidad de dar vida a un santo del carisma y la relevancia de Juan Bosco, fue a parar en Flavio Insinna, quien consigue dotar al personaje del dinamismo y simpatía que precisaba.
La película adopta una estructura convencional, dirigida a un amplio público. En sus más de tres horas de duración, narra la historia de un hombre inspirado por san Francisco de Sales, que renunció a la comodidad, optando por centrar su actividad pastoral en los chicos problemáticos, cuyo presente y perspectivas no eran nada halagüeñas. El relato escenifica la compleja situación política y religiosa con la que Juan Bosco tuvo que lidiar, más la incomprensión hacia la obra que desarrollaba, bajo las premisas “razón, religión y cariño”.
Juan Bosco tomó la determinación de fundar la Orden Salesiana, con el fin de que su labor caritativa y sus métodos educativos tuvieran continuidad. Fue canonizado por el papa Pío XI, en el año 1934, y Juan Pablo II lo proclamaría “Padre, Maestro y Amigo de los Jóvenes”. Su figura ha dado pie a varias adaptaciones más modestas, anteriores a la de Gasparini, como la dirigida por Leandro Castellani, a finales de los ochenta.