2,5 estrellas
5
El beso de Judas
Título original: El beso de Judas
Año: 1954
País: España
Duración: 90 min.
Género: Drama, Histórico
Categoría: Jesucristo
Edad: TP
Director: Rafael Gil
Guión: Rafael Gil, Vicente Escrivá
Música: Cristóbal Halffter
Fotografía: Alfredo Fraile
Reparto: Rafael Rivelles, Francisco Rabal, Gérard Tichy, Fernando Sancho, José Nieto, Manuel Monroy

A mediados del siglo pasado proliferaron las películas que se acercaban a la figura de Jesucristo a partir de personajes, reales o ficticios, cuyas vidas se transformaban al cruzarse con Él. Fruto de esta tendencia surgieron obras como La túnica sagrada o Barrabás. El cine español no fue ajeno a la predilección por este tipo de relatos y, de la mano de Rafael Gil, abordó la historia más grande jamás contada desde la perspectiva de Judas Iscariote. Esa decisión dotó de un especial atractivo a esta cinta, en la que se nota la influencia de la francesa Gólgota.

La producción requirió un considerable presupuesto para la construcción de decorados y para extras, pero el aspecto más logrado del conjunto lo constituye la recreación del famoso traidor, sobre el que también versaba de un modo más teatral El Judas, estrenada solo un par de años antes. El film que nos ocupa presenta a un hombre ávido de poder, impulsado a seguir al Maestro por su popularidad y no por motivaciones espirituales. El desapego de Jesús por lo terrenal frustrará a un Judas representado con maestría por Rafael Rivelles.

Pese al interés del largometraje, su resultado se resiente por ciertas licencias argumentales y un ritmo lento. Además, no acaba de cuajar la inserción del centurión romano converso. Rafael Gil estuvo por debajo del notable nivel alcanzado justo un año antes con La guerra de Dios, el mejor de sus numerosos títulos religiosos. Sin embargo, su propuesta tiene secuencias tan meritorias como el prendimiento en Getsemaní y su narrativa sabe generar misterio en torno a Cristo, al que vamos conociendo, en un primer momento, a través de testimonios y del que apenas vemos su rostro. El Nazareno fue interpretado por José Nieto, mientras que Poncio Pilato tuvo los rasgos de Gérard Tichy, un actor alemán que, posteriormente, acometería el papel de José en Rey de Reyes.

El beso de Judas (fotograma)