Año: 1951
País: Estados Unidos
Duración: 86 min.
Género: Drama
Categoría: Congregaciones
Edad: TP
Director: Douglas Sirk
Guión: Emmet Lavery
Música: Hans Sommer
Fotografía: Robert De Grasse
Reparto: Charles Boyer, William Demarest, Lyle Bettger, Barbara Rush, Leo G. Carroll, Walter Hampden
John Fulton está decidido a abandonar el seminario jesuita al que pertenece, ahuyentado por la rigidez con la que está dirigida la institución. El padre Marc Arnoux, a instancias del rector, trata de hacerle cambiar de opinión exponiéndole la importancia de llevar esperanza a otros, pero sus palabras no persuaden a Fulton. Por contra, su vocación reverdece repentinamente cuando el padre Sierra vuelve a caminar, de forma inexplicable, tras una parálisis de varios años.
Emmet Lavery escribió el interesante guión de esta película, basándose en su obra teatral homónima. El largometraje contó con la realización de Douglas Sirk, un cineasta que dominaba el melodrama como pocos. Sirk estrenó esta cinta, dedicada a una comunidad de la Compañía de Jesús, solo unos meses antes que Tempestad en la cumbre, otra historia de contenido religioso.
La producción no surgió de un gran estudio y eso ha motivado que, actualmente, apenas sea conocida. Ni siquiera la rescató del olvido la restauración a la que fue sometida en 2015. Sin embargo, su calidad e interés son indudables. A partir de un relato bien escrito, Sirk aborda temas como las dudas de fe, la vocación religiosa o los milagros.
Aunque la trama arranca con el amago de renuncia de un jesuita, después se dirige por otros derroteros. El punto de inflexión es la sanación, supuestamente milagrosa, del padre Sierra. La noticia origina que muchos peregrinos acudan al lugar, entre ellos Terry Gilmartin, una joven paralítica. Al observar el fenómeno, el doctor Peter Morrell, incrédulo médico de Sierra, comienza a preocuparse por la posible decepción de los que esperan una curación allí. Entretanto, el padre Arnoux, que fue abogado en el pasado, intenta comprender lo sucedido, investigando los hechos.
El francés Charles Boyer realizó un estupendo trabajo en el papel de Marc Arnoux, un hombre donde lo racional y lo espiritual se dan la mano. El religioso busca desentrañar la verdad, mientras cuestiona su propia vocación. Aparte de este sólido protagonista, el film presenta buenos secundarios como monseñor Michael Carey, interpretado por William Demarest, o Jose Sierra, al que representó H. B. Warner, el actor que hizo de Jesús en el título de Cecil B. DeMille Rey de reyes.
