3 estrellas
6
Tempestad en la cumbre
Título original: Thunder on the Hill
Año: 1951
País: Estados Unidos
Duración: 84 min.
Género: Drama, Suspense
Categoría: Congregaciones
Edad: +7
Director: Douglas Sirk
Guión: Oscar Saul, Andrew Solt
Música: Hans J. Salter
Fotografía: William H. Daniels
Reparto: Claudette Colbert, Ann Blyth, Robert Douglas, Anne Crawford, Philip Friend, Gladys Cooper

Dos policías y una reclusa, sentenciada a muerte por asesinato, se ven obligados a refugiarse en un convento-hospital, después de ser sorprendidos por unas lluvias torrenciales. Junto a los lugareños cobijados allí, quedarán incomunicados por la gran magnitud de la inundación. Una de las religiosas del lugar, sor María Buenaventura, se interesa por la situación de la ajusticiada, llamada Valerie, quien se declara inocente. La monja no cree que la joven sea culpable y sin tiempo que perder, dadas las circunstancias, comienza a indagar sobre el caso, buscando al auténtico homicida.

El director alemán Douglas Sirk estuvo al frente de esta inusual película, donde la temática religiosa va de la mano de la intriga y el melodrama, un género este último en el que se desenvolvía especialmente bien el realizador germano. Sin embargo, el protagonismo recae aquí fundamentalmente en el misterio, sostenido en buena medida gracias a los notables escenarios interiores en los que se desarrolla la mayor parte de la trama. La puesta en escena tiene un cierto aire gótico y supuso uno de los puntos fuertes de este sobrio largometraje, que cuenta con momentos muy logrados.

Basándose en una obra teatral de Charlotte Hastings, el film nos relata la investigación de la inquieta sor María, quien, al más puro estilo del padre Brown -personaje de Chesterton llevado al cine en El detective-, se sumerge en un delicado asunto. Buscará demostrar la inocencia de la chica desentrañando la verdad, pese a las advertencias para que desista de la madre superiora y de los agentes que acompañan a la procesada.

Desde el principio la religiosa sentirá simpatía por Valerie, una mujer atrapada en un dramático trance. El hecho de prestarle su ayuda le servirá, además, para exorcizar un pasado que le atormenta, en el que perdió a su hermana en trágicas circunstancias.

La encargada de representar a sor María Buenaventura fue Claudette Colbert, en un inusitado papel para una intérprete que participaría en destacados títulos de las décadas de los treinta y cuarenta, como Cleopatra, Sucedió una noche o El signo de la cruz. La actriz y cantante Ann Blyth, por su parte, dio vida a la atribulada Valerie en esta entretenida y singular cinta, rodada con una oportuna fotografía en blanco y negro.

Tempestad en la cumbre (fotograma)