Año: 2012
País: Estados Unidos, China
Duración: 127 min.
Género: Aventuras, Fantasía
Categoría: Películas con valores
Edad: +7
Director: Ang Lee
Guión: David Magee
Música: Mychael Danna
Fotografía: Claudio Miranda
Reparto: Suraj Sharma, Irrfan Khan, Ayush Tandon, Gautam Belur, Adril Hussain, Tabu, Ayan Khan
Un escritor en crisis creativa concierta una entrevista con Pi para conocer, de primera mano, su asombrosa historia. Espera que el relato le devuelva la inspiración y le convenza de la existencia de Dios. Pi, de origen indio, rememora una vida marcada por el naufragio que sufrió cuando viajaba, junto a su familia, desde la India hasta Canadá. Este desafortunado accidente le dejó en un bote a la deriva en medio del Pacífico, con la peligrosa compañía de un tigre de bengala.
El proyecto de trasladar al cine la novela más vendida de Yann Martel llevaba años dando vueltas y pasó por varios directores hasta llegar a Ang Lee. Un factor fundamental para que se haya podido realizar esta compleja adaptación reside en el constante avance de la animación digital, imprescindible para proporcionar el adecuado realismo al tigre o a secuencias como la del desastre marítimo.
A nivel técnico y argumental el resultado es brillante, con planos de gran belleza y una honda reflexión sobre la trascendencia de la vida, la esperanza y la confianza en la providencia. La admiración por la naturaleza que se palpa, plano a plano, no es un impedimento para mostrar al tigre como un animal violento, sin tratar de humanizarlo, un error en el que habría sido fácil caer.
La vida de Pi ha supuesto el debut de Suraj Sharma, elegido entre más de tres mil aspirantes para el personaje principal. El único actor conocido que aparece en la película es el francés Gérard Depardieu y lo hace brevemente. Esto se debe a que decidieron prescindir de rostros populares. De hecho, Tobey Maguire, tras interpretar al escritor, fue sustituido por ser demasiado famoso para un papel tan pequeño.
La propuesta muestra los beneficios de la religión, articulados a través de Pi, que es católico, hinduista y practicó el islamismo. El cristianismo se presenta como la religión que revela al Dios del Amor que entrega a su Hijo para redimirnos, dentro de un contenido interconfesional atractivo. Sin embargo, la inevitable apertura a grandes públicos, para garantizar la amplia inversión económica, crea una cierta sensación de que no se aprovechan todas las posibilidades del itinerario espiritual de Pi. Un viaje que, no obstante, merece la pena ser disfrutado, pues es de los que dejan huella.
