Año: 1998
País: Estados Unidos
Duración: 88 min.
Género: Comedia, Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +7
Director: M. Night Shyamalan
Guión: M. Night Shyamalan
Música: Edmund Choi, Shok
Fotografía: Adam Holender
Reparto: Joseph Cross, Timothy Reifsnyder, Dana Delany, Denis Leary, Robert Loggia, Rosie O’Donnell
Joshua es un chaval de diez años, que sufre la pérdida de su abuelo, al que estaba muy unido. Afectado por el fallecimiento, se embarca en la misión de descubrir a Dios, con el objeto de cerciorarse de que su abuelo se encuentra bien.
Los primeros amigos fue la segunda película dirigida por M. Night Shyamalan y la primera de una cierta entidad, aunque todavía lejos del salto internacional que el realizador daría con El sexto sentido. De hecho, la producción no funcionó nada bien en la taquilla, lastrada por la escasa promoción que tuvo en su estreno, materializado tres años después de la finalización del rodaje.
Pese a su limitada repercusión, estamos ante una propuesta interesante, que se adentra en asuntos como la pérdida de un ser querido, la enfermedad o la existencia de Dios. La historia tiene un marcado tono familiar y se articula desde la perspectiva de un muchacho que va dejando atrás la infancia, para comenzar a albergar una visión más madura de la vida. Tras la muerte de su abuelo, a Joshua no le satisfacen las respuestas fáciles de los adultos. Por eso, comienza a formularse preguntas complejas y a interpelar a personas de su entorno, acerca de cuestiones vitales que le ayuden a superar su dolor.
Shyamalan aborda algunos temas trascendentales que han caracterizado su filmografía, pero lo hace sin las pretensiones argumentales de títulos posteriores y condicionado por el excesivo control creativo ejercido por el productor Harvey Weinstein. Buena parte del relato se desarrolla en el centro religioso donde estudia el jovencísimo protagonista, lo cual no es casualidad dado que el director, aun siendo de origen hindú, cursó primaria en un colegio católico. A modo de curiosidad, apuntar que en la cinta participaron, como extras, auténticos estudiantes y familiares de la escuela en la que se grabó.
