Esta semana os traemos la entrevista a José Luis Domínguez Martín, maestro en el Colegio Diocesano José Luis Cotallo de Cáceres y padre de familia. José Luis nació en la casa del maestro de Vegas de Coria, una alquería del municipio de Nuñomoral, en pleno corazón de Las Hurdes. Su dedicación a la enseñanza cumple ya 25 años, 8 de los cuales han sido como director pedagógico del Diocesano y transmite una vitalidad e ilusión por su vocación aun después de tantos años. Lo de la docencia le viene de familia, pues su padre que, en un principio fue ebanista, luego puedo estudiar con los salesianos y más tarde se formó y ejerció como maestro haciendo muy digna la profesión.
Mi padre no fue a la escuela, pero por las noches era el suyo quién le enseñó a aprender a leer y a escribir. José Luis y yo somos primos segundos, aunque en mi casa siempre se le ha considerado como un primo carnal. Es una persona alegre, padre de dos chicos adolescentes y marido de una mujer estupenda, Inmaculada, con la que comparte no solo profesión, sino una vida en común fundamentada en los valores del Evangelio.
Últimamente se está cuestionando la educación concertada, ¿cuál es tu opinión al respecto?
Asistimos en los últimos tiempos a que el pilar fundamental de nuestra democracia sea tomada como un libro escrito que narra aspectos de nuestra nación y no como la ley viva que hay que respetar. Sí, la constitución hoy día, en muchos aspectos, parece estar ignorada, criticada, anulada, con pretensiones en ocasiones de dejarla moribunda. Debería sorprendernos que quienes están asumiendo la responsabilidad de gestionar un país como el nuestro se tomen de este modo a la madre de las leyes. En base a esto, en sus artículos dieciséis y veintisiete, se habla del derecho a la libertad religiosa y del derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos. Pero, a la vista de todos está, que estos derechos pueden ser cuestionados principalmente por personajes de la actualidad tomados como referentes sociales, en los que se han convertido algunos dirigentes políticos, que provocan la duda, la división y el desconcierto en quienes les siguen y contagian de esta negatividad y posturas discordantes. Si las familias tienen derecho a elegir el centro educativo que deseen para sus hijos, esto implica el que desde el Estado, se debe velar porque sea posible, atendiendo principalmente a la igualdad de posibilidades entre los diferentes sectores sociales. Puestos en esta situación es no solo necesaria por los derechos establecidos sino por la riqueza que aporta a la sociedad con ciudadanos llenos de valores cuya perspectiva es el bien común. En sus inicios, don Felipe González, sorprendentemente olvidado en muchos aspectos por sus sucesores, creó los conciertos educativos y este modo de velar por estos derechos. Tras el desmembramiento de España en “los reinos de Taifas” actuales que son las comunidades autónomas, siempre bajo mi criterio, todo comenzó a desvirtuarse hasta llegar a la situación actual en que estamos y que sobran las palabras para explicarla; solo con atender a los medios de comunicación llegamos a la conclusión de estar sumidos en un cambio de valores que no ofrecen la estabilidad deseada de un modo generalizado.
Concluyendo; para mí la educación concertada no debe ser cuestionada como tampoco debe ser cuestionada la pública. Se debería hablar de educación sin diferencias ni enfrentamientos; ambas son necesarias y ambas enriquecen a la sociedad. Lo que sí necesitamos es mejorar nuestro sistema educativo globalmente no únicamente desde los despachos, sino desde las realidades de los centros educativos. Pero para que esto sea posible habría que mejorar los criterios de quienes llegan al poder político y así ofrecer estabilidad. Causa verdaderamente complicada, por no decir imposible. Tendremos que seguir creyendo en la esperanza de que algún día se logre.
¿Y sobre la asignatura de religión?
Cuando surgen las leyes que han regulado la educación desde sus inicios lo hacen para dar respuesta a una formación que pretende ser integral. Se intenta desarrollar y formar en las diferentes habilidades y en que los conocimientos sean los necesarios para formar a personas del futuro en un sentido amplio de capacidades o competencias. Se intenta abarcar el campo de las ciencias, de la historia, de las disciplinas artísticas, de la formación física, de la lingüística, etc. Tras enumerarlas todas podríamos preguntarnos si falta algo. Efectivamente, habría una carencia fundamental ¿Habría alguna disciplina encargada del plano existencial? Aquí entra la necesidad de la religión. Desde sus inicios el hombre ha buscado el porqué de su existencia. Si esto es así, no deberíamos ir en contra de la voluntad de la propia sociedad que seguiría buscando respuestas y demandaría esta información y conocimiento. Partiendo de esta base se ha llegado a que la formación a través de la asignatura de religión es un derecho recogido en la constitución y en las leyes que emanan de la misma.
De todos modos no es novedoso lo de ir en contra de la Iglesia ignorando que precisamente de la religión y la familia se originaron los valores que sustentan la sociedad actual. No podemos entender el arte ni la historia, por poner un ejemplo, sin tener en cuenta la religión. Hay otras muchas más razones cuyas explicaciones se han dado convenientemente desde la conferencia Episcopal Española. Sí quiero comentar una de las soluciones absurdas a la siembra de la duda que últimamente se intenta imponer dando ya alternativas; es el quedarla apartada fuera del currículo oficial y tomarla como actividad complementaria por las tardes. En ese caso si extendemos este criterio a otras áreas que son complementadas como actividades que se dan en horario no lectivo: idiomas, conservatorio, actividades físicas, etc. ¿también deberían ser apartadas del currículo oficial? Reitero; la religión fundamenta las bases de la sociedad y es necesaria paracomprender nuestro mundo y al hombre en toda su dimensión. Es lo suficientemente importante como para ser necesario su estudio real.
Por otro lado y para finalizar, está de moda el fijarnos en otros países europeos alabando su sistema educativo, admitiendo que son los más efectivos. Si hacemos un pequeño estudio a este respecto comprobaremos que en la mayoría de los países Europeos no se cuestiona la asignatura de religión. Quizás lo que falla precisamente, en parte de nuestra sociedad, es la educación, la formación de las clases dirigentes que se permiten el cuestionar y modificar a su antojo para manipular a la sociedad como buenamente quieran. Habría que aprender de estos países donde lo primero es el respeto incluso a ideologías minoritarias y que son todas tenidas en cuenta.
En muchos colegios católicos cada vez hay menos religiosos, ¿qué supone esto para los educadores laicos que tenéis una responsabilidad mayor?
Todos tenemos la obligación moral de aceptar y asumir mayor responsabilidades. Es cierto que la vida de los religiosos y religiosas es cada vez más demandada y hacen grandes esfuerzos por estar en todos los lugares donde son necesarios. Este es el motivo por el que hay que ir, como bien dices en la pregunta, arrimando el hombro y donde se puedan asumir responsabilidades que en otros tiempos recaían en ellos. En mi caso y a modo de ejemplo, fui ya nombrado en dos ocasiones Director pedagógico de Ed. Infantil y Ed. Primaria en nuestro colegio Diocesano. Desempeñé esta función durante ocho años y cuando ha sido necesario el relevo, este se ha producido gracias otros compañeros convencidos de asumirlo, al igual que yo hice en su día. En la actualidad, además de maestro tutor desempeño otras funciones que no enumero y que son necesarias. Lo fundamental es el sentido de pertenencia a un equipo que, sin duda, facilita la labor y el asumir responsabilidades, que es algo que se ha hecho siempre creo que en todos los colegios católicos de nuestra ciudad. Quiero añadir que, precisamente, estamos en sínodo en nuestra diócesis de Coria-Cáceres y este es uno de los puntos de reflexión quizás más coincidentes. Es responsabilidad de quienes estamos bautizados. Los laicos debemos actuar en nuestra sociedad mostrándonos como personas ricas en esos valores que solo se consiguen con una educación religiosa, con una familia cristiana y fiel al evangelio. Llegado el momento de asumir cualquier responsabilidad legal, no sería complicado hacerlo si nuestra formación implica el que moralmente, debemos asumirla ante las necesidades surgidas y hacer presentes así los valores de los que estamos convencidos. Si somos portadores de esos valores, si somos referentes para los demás es gracias a Dios y a los dones que hemos recibidos de Él. Y si es su voluntad nosotros deberíamos estar dispuestos a aceptarla y a cumplirla.
Tienes dos chicos adolescentes, ¿cómo afrontáis en casa esta nueva etapa?
Desde antes de nacer nuestros hijos tuvimos claro que el pilar fundamental en nuestras vidas sería el sentido de familia. En nuestra vida familiar tiene un lugar preferente Jesucristo, La formación en valores que hemos querido transmitir siempre ha sido los de la Sagrada familia. Llegados a este momento de nuestras vidas, somos conocedores y conscientes de las dificultades de estas edades. No obstante, la afrontamos con la confianza en nuestros hijos, estando a su lado, dialogando y rezando en familia, mostrando nuestra unión y en el medio de nosotros el Señor. Así intentamos y tenemos la esperanza de que forjen su personalidad conforme a nuestra fe. No obviamos el hecho de que la vida está llena de dificultades, pero con esta actitud y unión confiamos en solventar las adversidades.
¿Cuál es el recuerdo que te gustaría dejar en tus alumnos?
Mi primer objetivo desde que comencé como maestro es el que mis alumnos vengan felices y alegres a mi clase, al colegio, para hacerlo extensible a sus vidas, cada día.
Creo que lo consigo. Intento hacer llegar de un modo transversal, en todas las áreas, en cada gesto, cada día, la presencia de Dios en nuestras vidas.
Es mi obligación como maestro y como católico. Pero haciéndolo con el ejemplo, no solo con la palabra. “Fray ejemplo es el mejor predicador”.
A lo largo de tu vida como docente, ¿qué has aprendido de ellos?
“Dejad que los niños se acerquen a mí” se puede preguntar el por qué también Jesucristo sentía la necesidad de estar entre ellos ¿Qué nos quiso dejar con este testimonio? Mis alumnos me aportan su inocencia, sus sonrisas y cariño sincero, un gran sentido del humor, su capacidad para perdonar, su entusiasmo e ilusión con aquello que para nosotros es simple, su modo de ver el mundo a través de sus interpretaciones, sus pequeñas cosas que llenan sus vidas (juguetes, programas de tv, cromos, protestas, juegos…). Siempre les digo que el mejor momento del colegio es cuando estoy con ellos. Les dejo que se expresen y aprendemos entre todos.
Y ahora brevemente:
Una película.
¡Qué bello es vivir! James Stewart borda un papel excepcional sabiamente dirigido por Frank Capra. Hay que verla y además de disfrutar, reflexionar sobre los valores que aporta. La lucha personal en lugar de la opción fácil. El sacrificio por los demás. La generosidad y la bondad.
Un libro.
Me gusta la literatura infantil y clásica como Cervantes y sus entremeses. Mi libro favorito del que aprendo diariamente es la Biblia; pero en este año tengo que destacar “El diario de Santa Faustina Kowalska”. En un año santo como el de la Misericordia es fundamental conocer a la santa de la Divina Misericordia. Sin duda los mensajes recibidos y recogidos en su diario nos desvelan a una mujer increíble. Su lectura nos animará a pasar por la puerta santa en el santuario de la divina misericordia de Cáceres.
Una canción.
Elegir una única canción es muy complicado. Desde el “Ave María de Caccini” interpretado por Hayley Westenra, a “En un mundo feliz” de Karina. “Wish you were here” de Pink Floyd. La música celta, quizás inspirada por nuestros antepasados vetones. Es muy complicado; depende del momento.
Un santo o personaje que te inspire.
Esta sí que es complicada: San Pedro de Alcántara, San Juan Bosco, san Jerónimo, Santa Teresa, san Francisco y santa Clara… ¿A quién dejamos?
Me considero principalmente un laico contemplativo, necesito de la meditación y de la oración. Sin embargo con esta base no puedes estar inmóvil ante la sociedad. La oración es el motor que impulsa a intervenir en la sociedad. Estos santos así lo hicieron y lo hacen. Se sirven de nosotros para que sigamos su ejemplo a pequeña escala. Ellos siendo místicos fueron reformadores. Cualquiera de sus escritos y ejemplos de vida son fundamentales para mí.
Una fecha importante en tu vida.
El 24 de junio, día en que me casé. La vida comienza cuando te unes a la persona que Dios te ha puesto en el camino que hay que recorrer entre los tres (bueno, ahora con mis hijos, entre los cinco o los seis, si contamos a María). Él pone en el camino de tu vida la vocación matrimonial y debo dar Gracias por haberme mirado y elegido junto a Inmaculada, mi esposa, para ser matrimonio y formar una familia.