

Año: 1997
País: España
Duración: 92 min.
Género: Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: José Luis Garci
Guión: José Luis Garci, Horacio Valcárcel
Música: Manuel Balboa
Fotografía: Raúl Pérez Cubero
Reparto: Fernando Guillén, Mercedes Sampietro, Cayetana Guillén Cuervo, Julia Gutiérrez Caba
El doctor Molinos es un prestigioso cardiólogo, cuya única hija hizo sus votos como monja, tomando un camino muy diferente al que hubiese deseado para ella. Un día recibe en su consulta la inesperada visita de sor Benedicta, la superiora del convento al que pertenece su hija, quien le informa de los problemas de salud por los que esta atraviesa. Sin embargo, en primera instancia, el orgullo del médico le lleva a negar su asistencia. En otros ámbitos de su vida personal, las cosas tampoco le van como a él le gustaría, pues desde hace tiempo arrastra una grave crisis matrimonial con su esposa Isabel. Clandestinamente, mantiene una relación con Julia, una compañera de trabajo mucho más joven que él.
Tres años después del estreno de Canción de cuna, José Luis Garci retomó la temática religiosa, en esta ocasión, partiendo de una novela de Josep Maria de Sagarra que ya había sido adaptada al cine en 1956, por el argentino Tulio Demicheli. El título de Garci cuenta con una cuidada ambientación, que nos traslada a la España de los años cincuenta.
El largometraje se desarrolla en tono melodramático, con el habitual estilo clásico de su autor, que narra, con coherencia y sutilidad, los desencuentros del doctor Molinos con su mujer y con su propia hija, a la que es incapaz de entender desde su pensamiento ateo. Pese a la arrogancia del personaje y su secreta infidelidad, en ningún momento es tratado de una forma maniquea e, incluso, se señala su generosidad hacia sus pacientes.
Cayetana Guillén Cuervo representa a sor María, compartiendo escena por primera vez con Fernando Guillén, su padre en la vida real, que entrega una gran interpretación. La cinta recibió una calurosa acogida en el Festival de Montreal, pero no tuvo la misma suerte en España, donde su contenido espiritual la convirtió en víctima de los prejuicios ideológicos de muchos críticos. Frente a estas suspicacias, es preciso objetar que no estamos ante un film discursivo en sus planteamientos, sino ante una historia que apela al perdón y define la bondad como una virtud no restringida a los cristianos, sino independiente del credo de cada uno, como se afirma por boca de sor María.