3,5 estrellas
7
Marcelino, pan y vino
Título original: Marcelino, pan y vino
Año: 1955
País: España, Italia
Duración: 91 min.
Género: Comedia, Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: TP
Director: Ladislao Vajda
Guión: Ladislao Vajda, José María Sánchez Silva
Música: Pablo Sorozábal
Fotografía: Enrique Guerner
Reparto: Pablito Calvo, Rafael Rivelles, Antonio Vico, Juan Calvo, Fernando Rey, José Nieto, José Marco Davó

Después de finalizar la Guerra de la Independencia española, un niño es abandonado en la puerta de un convento franciscano. Allí es acogido con entusiasmo por los frailes, que lo bautizan con el nombre de Marcelino. El crío crecerá rodeado de atenciones, pero el afecto de los religiosos no evitará que añore el amor de una madre. En un desván al que no le está permitido subir, descubrirá la imagen de un crucificado.

El director húngaro Ladislao Vajda firmó uno de los grandes clásicos del cine español, basándose en la novela homónima de José María Sánchez Silva, trasladada al guión por Vadja con la colaboración del propio autor. El enorme éxito de la película en España impulsó su distribución internacional, estrenándose en varios países de Europa, en Estados Unidos e, incluso, en Japón.

Esta entrañable historia sigue las andanzas de un travieso muchacho, cuidado por una comunidad de franciscanos. Los personajes de cada uno de los frailes enriquecen el conjunto con los matices, bien definidos, que aportan sus diferentes personalidades. Marcelino, por su parte, fue interpretado con mucha naturalidad por el debutante Pablito Calvo. La tierna mirada del jovencísimo actor sería clave para la representación de sus milagrosos encuentros con el crucificado, escenificados por Vajda con un sabio empleo del fuera de plano.

Marcelino, pan y vino es un relato sincero y conmovedor, argumentalmente desmarcado del contenido ideológico de otros títulos de la época. Nos habla acerca de esa inocencia de los niños tan evangélica y nos presenta la figura de un Dios bondadoso. La producción fue galardonada con el Oso de Plata en el Festival de Berlín, mientras que en Cannes obtuvo el premio OCIC y una mención especial por el trabajo de Pablito Calvo.

Marcelino, pan y vino (fotograma)

El Cristo de Marcelino, pan y vino

La imagen que aparece en el largometraje se venera en el convento de santa Teresa de Jesús, ubicado en la localidad pacense de Don Benito. Fue una donación de los Estudios Cinematográficos Chamartín, promovida por Miguel López Cabrera, uno de los ingenieros de sonido del film. El técnico era natural de Guareña, población muy próxima a Don Benito, y tenía una hermana monja carmelita en el citado convento, cuya iglesia había sufrido los estragos de la Guerra Civil.