

Año: 1950
País: Estados Unidos
Duración: 86 min.
Género: Drama, Biográfico
Categoría: Películas cristianas
Edad: +7
Director: Felix E. Feist
Guión: Emmet Lavery
Música: Emil Newman, Hugo Friedhofer
Fotografía: John L. Russell
Reparto: Charles Bickford, Bonita Granville, Paul Kelly, Richard Derr, Roland Winters, Berry Kroeger
El periodista norteamericano Tom Kelly se lanza a cruzar el telón de acero para seguir de cerca lo que acontece en los territorios del Este. Durante su estancia en Rusia, llama su atención el cardenal húngaro József Mindszenty, acosado por los mandos de su patria. Kelly viajará hasta tierras húngaras, esperando conocer más sobre el caso.
Acusado de alta traición se basa en los escritos del cardenal Mindszenty y en las experiencias de periodistas extranjeros destinados en la zona soviética, plasmadas en el libro As We See Russia. La película denuncia la falta de libertad en los estados comunistas, trasladando la acción a Hungría, a mediados del siglo XX. Escenifica la compleja situación en la que se encuentra sumido el país centroeuropeo, tras sufrir el dominio nazi y encontrarse bajo el férreo control de la ideología marxista. En este contexto, los dirigentes comunistas intentan acabar con la Iglesia católica atacando su base, la educación cristiana en las escuelas, y su cabeza, representada por el cardenal Mindszenty, con el fin de dispersar al rebaño.
El neoyorquino Felix E. Feist dirigió este largometraje, centrado en el mismo tema que El prisionero, aunque en esta cinta no se reconocían sus evidentes referencias a József Mindszenty. En el título que nos ocupa, el cardenal es presentado como un hombre sencillo, de origen rural y con un marcado carácter que le aporta Charles Bickford.
Las autoridades que rigen los destinos de la nación conspiran contra Mindszenty, cuidándose de no convertirlo en un mártir. Inician una campaña de desprestigio ante la opinión pública, mientras ocultan las torturas a las que es sometido. Una artimaña -la del descrédito-, tan repetida como efectiva a corto plazo.
En una conversación con el reportero estadounidense que cubre los hechos, Mindszenty define con claridad el contexto por el que atraviesa su país: «La maldad aparecerá como buena y lo bueno parecerá que es lo malo. Así fue con Hitler cuando entró en Polonia. Ahora se repite con Stalin en Hungría».