

Año: 2006
País: Italia
Duración: 200 min. (2 capítulos)
Género: Drama, Biográfico
Categoría: Películas cristianas
Edad: TP
Director: Giorgio Capitani
Guión: Massimo Cerofolini, Francesco Scardamaglia
Música: Marco Frisina
Fotografía: Claudio Sabatini
Reparto: Neri Marcorè, José María Blanco, Paolo Romano, Franco Interlenghi, Imma Colomer
Albino Luciani viaja en peregrinación hasta Fátima, donde se entrevista con sor Lucía, por expreso deseo de la monja. La única superviviente de los pastores que vieron allí a la Virgen le revela que será nombrado papa, pero su pontificado será breve. Inevitablemente, las palabras de la religiosa causarán turbación en Luciani.
No es esta una de las mejores miniseries que ha llevado a cabo la Rai italania, pese a contar en la dirección con Giorgio Capitani, un realizador que dio muestras de su capacidad para afrontar una producción de estas características con Juan XXIII. El Papa de la paz. Sin embargo, los medios que tuvo Capitani para llevar la vida de Juan Pablo I a la pequeña pantalla fueron más reducidos. El conjunto, no obstante, resultará entretenido para todo aquel que tenga interés por el tema.
La trama se desarrolla en dos tiempos, comenzando con los inicios en el sacerdocio de Luciani, en una parroquia rural, y mostrando su rápido ascenso, merced a sus cualidades y aun con su contrariedad a la hora de ocupar cargos más relevantes, dentro de la jerarquía eclesial. La segunda parte escenifica su efímero pontificado, marcado por un importante escepticismo hacia su gestión.
El protagonismo recayó en Neri Marcorè, que fue caracterizado con bastante parecido físico con el Papa de la sonrisa. La película pasa de puntillas por la posición de este acerca de cuestiones sociales y morales, en una época en la que se estaban viviendo profundos cambios. Lo cierto es que no es fácil aventurar su postura, pues su papado duró poco más de un mes.
El aspecto del largometraje que suscitó más controversia, como no podría ser de otra forma, es su exposición del motivo de la muerte de Juan Pablo I, un hecho en el que se inspiraba el argumento de El padrino III. En este punto, el film subraya que el papa siempre tuvo una salud frágil y parece descartar las hipótesis que apuntan a un asesinato, sin cerrar del todo la puerta a estas conjeturas.