Este viernes llega a las pantallas españolas una nueva versión de la famosa novela escrita por Lewis Wallace, en 1880. Será su cuarta adaptación cinematográfica, tras las estrenadas en 1907 -de solo quince minutos-, 1925 y, la más célebre, dirigida por William Wyler y protagonizada por Charlton Heston, a finales de los años cincuenta.
La sombra de la película de Wyler es alargada, pues ha aguantado muy bien el paso del tiempo y aún impresiona su secuencia de las galeras y, por supuesto, su famosa carrera de cuadrigas. Además, los once premios Óscar que se llevó, todavía no han sido superados, aunque sí igualados en dos ocasiones. Esto ha debido tener su influencia en el hecho de que el nuevo largometraje haya sido recibido con más palos que aplausos entre los críticos, durante su periplo por Estados Unidos. No obstante las opiniones varían sustancialmente de unos medios a otros, así es que yo desde luego prefiero verla para sacar mis propias conclusiones.
El film narra la gran rivalidad que nace entre Judá Ben-Hur, perteneciente a una familia noble judía, y el romano Messala, a causa de un incidente fortuito que acaba bruscamente con la camaradería que ambos tenían. Se trata de una historia sobre amistad, poder, venganza y, sobre todo, perdón, que es representado por Jesús de Nazaret. En torno a Él gira el relato -a pesar de aparecer brevemente-, y la prueba está en que el título de la obra de Wallace es Ben-Hur: Una historia sobre Cristo. Por otra parte, el autor norteamericano incorporó varios elementos épicos que hacen muy atractivo su libro para el séptimo arte, como la mencionada carrera de cuadrigas, que ahora podremos ver con un gran despliegue de efectos especiales.
El guión lo han elaborado dos buenos libretistas como Keith R. Clarke y John Ridley, que firma su segundo trabajo tras un prometedor debut con Camino a la libertad. El reparto no cuenta con actores demasiado conocidos, a excepción del veterano Morgan Freeman y, en menor medida, del brasileño Rodrigo Santoro, que intrepreta a Jesús. El protagonismo ha recaído en Jack Huston, que es el nuevo Ben-Hur, y en Toby Kebbell, como Messala.
Al frente de la producción, que ha costado unos cien millones de dólares, ha estado el realizador Timur Bekmambetov quien, al ser cuestionado en una entrevista en Collider sobre la conveniencia de esta nueva adaptación, declaró que también Romeo y Julieta y Hamlet, entre otras, habían sido trasladadas al cine en varias ocasiones.