Año: 1941
País: Estados Unidos
Duración: 64 min.
Género: Animación, Aventuras, Drama, Musical
Categoría: Películas infantiles
Edad: TP
Director: Ben Sharpsteen
Guión: Joe Grant, Dick Huemer
Música: Frank Churchill, Oliver Wallace
Fotografía:
Reparto:
Una cigüeña vuela hasta el tren donde viajan los animales de un circo para llevarle a la señora Jumbo su retoño. El precioso elefantito pronto despliega unas grandes orejas, causando mucho revuelo entre las compañeras de Jumbo, que se burlan de la criatura. Más adelante serán las mofas de unos muchachos hacia Dumbo -como es apodado el tierno elefante- las que encenderán el instinto protector de su madre, que acabará enfrentándose a los responsables del circo en un arrebato por el que será condenada a permanecer enjaulada. Mientras tanto, Dumbo se hace amigo de Timothy, un ratón que le ayudará a reencontrarse con su progenitora, preparándolo para ser una estrella.
La cinta nos habla sobre el valor de la maternidad, a través de una elefanta que encuentra adorable lo que otros rechazan y sufre al ser separada de su pequeño. Aunque si algo distingue a este clásico de Disney es, sin duda, la clarividencia con la que trata el modo en el que los prejuicios provocan la exclusión de los considerados diferentes.
Dumbo será repudiado por los de su especie, que lo estiman una deshonra para ellos. El contrapunto a estos actos lo pone un ratoncito de pequeño tamaño, pero con una amplitud de miras muy grande. Se convierte en aliado de Dumbo, en su apoyo para alcanzar una gloria nada fácil, a la vista del ingrato papel desempeñado por el elefante dentro del número de los payasos, conformado por unos pintorescos personajes que nos deparan una de las secuencias más ingeniosas.
El film fue originalmente proyectado como un especial de treinta minutos. Sin embargo, Walt Disney percibió que sus posibilidades eran mayores y encomendó un desarrollo más extenso a Ben Sharpsteen. El encargo debía ajustarse a un limitado presupuesto para evitar que el coste se desorbitara, como había sucedido con Blancanieves y los siete enanitos y Pinocho, esta última codirigida por el propio Sharpsteen. Por eso, los dibujos tienen menos detalle y el metraje apenas supera la hora de duración. Estas limitaciones, no obstante, fueron suplidas por un protagonista que consigue resultar entrañable sin una sola línea de diálogo.
Dumbo era una de las películas favoritas de Walt Disney. Ganó el Óscar a la mejor banda sonora en la categoría musical.
