

Año: 1989
País: Estados Unidos
Duración: 83 min.
Género: Animación, Fantasía, Aventuras, Romance, Musical
Categoría: Películas infantiles
Edad: TP
Director: Ron Clements, John Musker
Guión: Ron Clements, John Musker
Música: Alan Menken
Fotografía:
Reparto:
Ariel, de dieciséis años, se siente atrapada bajo el mar. Sueña con conocer a los humanos, pero su padre, el rey Tritón, no quiere poner en peligro su seguridad y se lo prohíbe. Desoyendo los consejos de su progenitor, la sirena sube a la superficie, donde salva a un príncipe de morir ahogado. Ariel experimenta una inmediata atracción por él y, con el fin de volver a estar a su lado, hace un pacto con la malvada bruja Úrsula para que esta le proporcione forma humana durante tres días, a cambio de su hermosa voz. Además, pasará a pertenecer a Úrsula si en ese tiempo no consigue un beso de amor verdadero.
El estreno de La sirenita marcó una nueva tendencia dentro de Disney, después de un largo periodo en el que las películas de la compañía no tenían la repercusión de antaño. A este éxito de taquilla le seguirían otros en la década de los noventa, tan sonados como La bella y la bestia o El rey león.
El film adapta, con algunas licencias, el cuento homónimo para niños escrito por el danés Hans Christian Andersen. Los derechos de su obra eran de Disney desde 1941, pero por distintas razones el proyecto se archivó en 1943 y no fue hasta finales de los ochenta cuando se llevó al cine con este largometraje.
La historia habla de los inconvenientes de sobreproteger a los hijos, especialmente al llegar a una edad en la que pueden tomar decisiones por sí mismos. A Ariel le acompañan en sus aventuras el pez Flounder, la despistada gaviota Scuttle y el cangrejo Sebastián, un gran aficionado a la música, que se mueve entre la lealtad al rey y el afecto que siente por la joven. Para definir los rasgos de esta, el departamento artístico se basó en la actriz neoyorquina Alyssa Milano.
El apartado musical de la cinta tuvo su justo reconocimiento en los Óscar, con los premios a la mejor banda sonora, que recayó en el compositor Alan Menken, y a la mejor canción por Under the Sea, para Howard Ashman y el propio Menken.