3,5 estrellas
7
Los lirios del valle
Título original: Lilies of the Field
Año: 1963
País: Estados Unidos
Duración: 94 min.
Género: Comedia
Categoría: Películas cristianas
Edad: TP
Director: Ralph Nelson
Guión: James Poe
Música: Jerry Goldsmith
Fotografía: Ernest Haller
Reparto: Sidney Poitier, Lilia Skala, Lisa Mann, Isa Crino, Francesca Jarvis, Pamela Branch, Stanley Adams

Durante su paso por el desierto de Arizona, el jornalero itinerante Homer Smith se detiene en un convento en busca de agua para su coche. La madre superiora de la congregación le considera la respuesta a sus plegarias y le pide que arregle la cubierta del convento. Una vez que Homer acaba el trabajo, la religiosa le seguirá enredando con diferentes tareas y finalmente le pedirá que construya una capilla, explicándole que los vecinos de la zona tienen que escuchar misa junto a una gasolinera.

Los lirios del valle es una de las películas que mejor ha reflejado la esencia del ecumenismo, mediante una agradable historia protagonizada por un baptista alentado por una comunidad de monjas a edificar un templo católico. Uno de los momentos más divertidos -y que escenifica con más ingenio la vocación ecuménica de la propuesta- llega con discusión entre Homer y la superiora sobre el salario de este, fundamentando sus argumentos en la Biblia, que al final es la base común para ambos. Pero el relato no solo apela al entendimiento entre distintas ramas del cristianismo, sino que también posee importantes valores interraciales e interculturales, puesto que las religiosas proceden de Alemania.

El título del largometraje tiene su origen en un fragmento del sermón de la montaña y sirve de metáfora para definir la sencilla vida de una congregación, alimentada por su confianza en la providencia. La trama se basa en una novela del neoyorquino William E. Barrett, adaptada al guión por James Poe. Supuso la segunda incursión cinematográfica del realizador Ralph Nelson, quien completó el rodaje en tan solo catorce días, en localizaciones de la cálida Arizona.

El resultado no sería el mismo sin Sidney Poitier, cuya estelar representación le convirtió en el primer intérprete negro en obtener el Óscar al mejor actor. Fue la única estatuilla que logró la producción, de las cinco a las que optaba. Poitier, además, ganó uno de los dos Globos de Oro otorgados al film y recibió el Oso de Plata en la Berlinale.

Los lirios del valle (fotograma)