

Año: 1960
País: Francia, Italia
Duración: 112 min.
Género: Drama, Histórico
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: Philippe Agostini, Raymond L. Bruckberger
Guión: Philippe Agostini, Raymond L. Bruckberger
Música: Jean Françaix
Fotografía: André Bac
Reparto: Jeanne Moreau, Alida Valli, Madeleine Renaud, Pascale Audret, Pierre Brasseur, Jean-Louis Barrault
Blanca de la Force ingresa en el Carmelo, pese a las presiones de su padre para que desista de su idea de hacerse monja. Sin embargo, no será la contrariedad de su progenitor lo que cause más turbación en la novicia, sino la amenaza que se cierne sobre su congregación, tras el inicio de la Revolución francesa. El lema de los revolucionarios, «Libertad, igualdad y fraternidad», excluye a los miembros de la Iglesia católica y, como consecuencia, las religiosas de su orden serán tachadas de fanáticas y contrarias a la república. Si quieren salvarse de ser condenadas, deberán renunciar a sus votos monásticos.
Diálogo de carmelitas recrea los trágicos sucesos vividos por dieciséis carmelitas descalzas de una comunidad de Compiègne, merced al anticlericalismo imperante durante la Revolución francesa. Los hechos fueron plasmados por la autora alemana Gertrud von le Fort en La última del cadalso, un relato breve que inspiró al galo Georges Bernanos para escribir la obra de teatro en la que se basa la película.
La acción comienza con la ceremonia de incorporación al noviciado de dos jóvenes y recoge, con rigor, la cotidianidad de una congregación contemplativa. En ese punto queda patente la presencia del dominico Raymond Leopold Bruckberger, quien años antes había coescrito el libreto de Los ángeles del pecado -junto a Robert Bresson-, y que en este largometraje hizo las veces de guionista y realizador, en colaboración con Philippe Agostini. Este último era conocido por su labor como director de fotografía, gracias a títulos como el citado de Bresson, y se nota su contribución al espléndido trabajo visual efectuado por André Bac.
En el reparto destaca la aportación de Jeanne Moreau, como María de la Encarnación, en un drama que se acerca a una época de la historia de Francia en la que los ideales eran impuestos a fuerza de someter a todo aquel que no los compartiese. La cinta defiende la libertad de culto y, asimismo, muestra la firmeza en la fe de un grupo de monjas fieles hasta el extremo a sus votos y a sus hermanas. Fueron beatificadas por el papa Pío X, el 17 de mayo de 1906.