

Año: 1943
País: Francia
Duración: 96 min.
Género: Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +7
Director: Robert Bresson
Guión: Robert Bresson, Raymond Leopold Bruckberger
Música: Jean-Jacques Grünenwald
Fotografía: Philippe Agostini
Reparto: Renée Faure, Jany Holt, Silvie, Mila Parély, Marie-Hélène Dasté, Yolande Laffon, Paula Dehelly
Anne-Marie es una joven de familia acomodada, que ingresa en una congregación de dominicas, dedicada a la rehabilitación de mujeres que han delinquido. Su decisión es acogida con contrariedad por su madre, que tratará de convencerla para que desista. Pero la vocación de Anne-Marie es más fuerte y su misión encuentra un especial aliciente en la atribulada e injustamente encarcelada Thérèse. Sin embargo, la reclusa declina con desdén la ayuda de la religiosa y, una vez que queda libre de su condena, cumple su deseo de asesinar al autor del crimen por el que fue culpada. Tras consumar su venganza, regresará al convento para ocultarse.
La narrativa de esta primera película de Robert Bresson, comenzó a denotar el metódico estilo que definiría la filmografía del cineasta francés y su interés por las temáticas espirituales. En su ópera prima, el realizador juega con maestría con los claroscuros, tanto a nivel visual como en su introspección de los personajes principales, dos mujeres marcadamente dispares, unidas por la voluntad de Anne-Marie de redimir a Thérèse. La trama subraya el poder liberador del perdón, frente al odio que arrastra a Thérèse a acabar con la persona que le llevó a la cárcel, materializando un ambicionado ajuste de cuentas, que le hará sentirse aún más desolada.
Bresson aborda el relato con detenimiento, contribuyendo así a que el espectador se sumerja en el día a día de la vida del convento. La cinta muestra las estrictas normas que las monjas deben cumplir para modelar su conciencia, a la vez que refleja las rencillas y envidias -tan ligadas a la naturaleza humana-, que afloran en el seno de la comunidad.
La historia fue escrita por Bresson, con la colaboración del dominico Raymond Leopold Bruckberger, quien más tarde sería coguionista y codirector de Diálogo de Carmelitas. Bruckberger acometería este trabajo de manera conjunta con el responsable de la fotografía de este film, Philippe Agostini.