3,5 estrellas
7
Juana de Arco I - Las batallas
Título original: Jeanne la Pucelle I – Les batailles
Año: 1994
País: Francia
Duración: 112 min.
Género: Drama, Biográfico
Categoría: Películas cristianas
Edad: +7
Director: Jacques Rivette
Guión: Pascal Bonitzer, Christine Laurent, Jacques Rivette
Música: Jordi Savall
Fotografía: William Lubtchansky
Reparto: Sandrine Bonnaire, Tatiana Moukhine, Jean-Marie Richier, Baptiste Roussillon, Jean-Luc Petit

En la pequeña aldea en la que vive Juana nadie toma en serio sus aspiraciones. Sin embargo, la joven tiene una férrea voluntad y conoce bien la tarea que Dios le ha encomendado. Por eso, convence a un oficial para que le conduzca hasta el Delfín de Francia, con el objetivo de entrevistarse con él. En su encuentro con el mandatario, la valerosa muchacha le persuade para que le proporcione tropas, con el fin de acabar con el cerco de Orleans.

Más de tres décadas después del estreno de la obra de Bresson El proceso de Juana de Arco, otro realizador francés, en este caso Jacques Rivette, fue el que plasmó su particular visión sobre la Doncella de Orleans. El director galo no tuvo prisas y dividió su aproximación a Juana en dos películas: la que nos ocupa, dedicada a las batallas, y una segunda, titulada Juana de Arco II – Las prisiones.

A partir de una puesta en escena austera, Rivette afronta una historia que antes habían abordado cineastas de la relevancia de Dreyer, DeMille, Fleming, Preminger, Rossellini y el citado Bresson. Su aportación no solo consigue ofrecer algo nuevo, sino que nos depara uno de los mejores filmes -en forma de díptico- acerca de la santa francesa. La encargada de interpretarla fue Sandrine Bonnaire, que brinda un trabajo estelar. La actriz logra una matizada composición del personaje, mediante la que refleja el carácter valiente de Juana y unos temores apaciguados por la fe.

La cinta renuncia a la grandilocuencia de versiones como la del norteamericano DeMille, presentando una mirada más reflexiva de los hechos, pero se resiente en las secuencias de las batallas. Deberían haberse quedado en la sala de montaje, pues su traslado a la pantalla, con escasos figurantes, resta credibilidad al conjunto. No obstante, es un defecto compensado con creces por las virtudes de este notable primer episodio.

Juana de Arco I - Las batallas (fotograma)