

Año: 1999
País: Canadá
Duración: 180 min. (3 capítulos)
Género: Drama, Biográfico
Categoría: Películas cristianas
Edad: +7
Director: Christian Duguay
Guión: Michael Alexander Miller, Ronald Parker
Música: Asher Ettinger, Tony Kosinec
Fotografía: Pierre Gill
Reparto: Leelee Sobieski, Jacqueline Bisset, Powers Boothe, Shirley MacLaine, Peter O’Toole
Juana es una muchacha nacida en el seno de una familia campesina, del pueblo francés de Domrémy, cuyas visiones cambiarán el destino que todos hubiesen vaticinado para ella. Tan es así que, aun con la incomprensión de su padre, se lanzará a defender los intereses de su país, frente a los invasores ingleses. Atendiendo a sus revelaciones, apoyará la coronación de Carlos, el Delfín de Francia, como rey.
Esta miniserie canadiense despliega unos buenos recursos técnicos, merced a un generoso presupuesto, para llevar a la pequeña pantalla la apasionante historia de la Doncella de Orleans. La producción está conformada por tres capítulos, de una hora de duración cada uno, y fue eficazmente dirigida por Christian Duguay, un realizador que ha alternado el cine y la televisión, prodigándose más en este último medio. No es el único título con temática religiosa que Duguay ha dirigido, pues también es responsable de San Agustín y Pío XII, bajo el cielo de Roma.
Si bien las épicas contiendas de Juana y su juicio han sido escenificados en no pocas ocasiones, lo cierto es que la propuesta posee un especial valor, al mostrar los hechos de un modo muy accesible a un público amplio. En esa línea, el conjunto no elude el habitual efectismo de este tipo de largometrajes televisivos, sobre todo en las secuencias de las batallas, pero resulta realmente entretenido y eficaz.
Buena culpa del correcto resultado final la tiene un atractivo reparto, en el que figuran ilustres veteranos como Peter O’Toole, Shirley MacLaine o Maximilian Schell. El papel principal recayó en una actriz del carácter de Leelee Sobieski, quien cumple con creces el cometido de dar vida a un personaje de la envergadura de Juana de Arco y eso que, en el momento del estreno, solo contaba con quince años. Tenía, por tanto, cuatro menos que la santa cuando fue condenada y tres años menos que Jean Seberg, que hasta entonces era intérprete más joven en representar a la patrona de Francia, en Santa Juana (La dama de hierro).
La cinta se presentó el mismo año que Juana de Arco de Luc Besson, una película más violenta y menos inspirada, protagonizada por Milla Jovovich. Recibió trece nominaciones a los Emmy, ganando el premio al mejor actor de reparto en miniserie, por la composición que hizo Peter O’Toole del obispo Pierre Cauchon.