3 estrellas
6
Tiana y el sapo
Título original: The Princess and the Frog
Año: 2009
País: Estados Unidos
Duración: 97 min.
Género: Animación, Comedia, Musical
Categoría: Películas infantiles
Edad: TP
Director: Ron Clements, John Musker
Guión: Ron Clements, John Musker, Rob Edwards
Música: Randy Newman
Fotografía: Rasoul Azadani
Reparto:

La joven Tiana trabaja duro, tratando de reunir el dinero suficiente para poner en marcha un restaurante y cumplir así un sueño que compartía con su padre, ya fallecido. Pero la llegada a la ciudad del príncipe Naveen, por el que bebe los vientos su mejor amiga, trastocará sus planes de manera repentina. Resulta que el príncipe es engañado por un mago vudú que le convierte en sapo y le pide a Tiana un beso que acabe con el hechizo, al que ella accede. Sin embargo, lejos de consumarse la esperada liberación, Tiana se transforma en una rana.

Ron Clements y John Musker, autores de varios clásicos de Disney, elaboraron este film con la fórmula habitual del estudio. Su apuesta supuso el retorno de la animación bidimensional a una producción de la compañía del ratón -un lustro después del fracaso de Zafarrancho en el rancho-, y el regreso de los cuentos de hadas. Además, la estructura de la historia responde a una tradicional combinación de comedia, romance y musical. Está ambientada en Nueva Orleans, durante los años veinte, y refleja una época dorada para el jazz.

El personaje de Tiana presenta rasgos interesantes, junto con la singularidad de ser la primera princesa Disney de raza negra. Es una chica de orígenes humildes, con personalidad y muy perseverante en sus proyectos, pero que descuida otros aspectos, como su tiempo para actividades lúdicas. El príncipe Naveen es justo lo opuesto a ella, pues se dedica a vivir despreocupadamente, sin dar un palo al agua, aprovechando la seguridad que le reporta su acomodada posición. Ambos se conocen en una situación insólita y, mientras buscan el modo de retomar su forma humana, descubrirán virtudes en el otro que contribuirán a su crecimiento personal.

Aunque el ritmo de la cinta decae en algún momento, la obra despliega un relato dotado de una valiosa enseñanza. Su moraleja subraya los beneficios de las aspiraciones personales, advirtiendo que su búsqueda no debe desligarse de lo más importante, que es el amor. Tiana y el sapo estuvo nominada al Óscar en la categoría de mejor largometraje de animación, que ganaría Up, y dos de sus canciones, compuestas por Randy Newman, también optaron a sendas estatuillas.

Tiana y el sapo (fotograma)