

Año: 1975
País: Unión Soviética, Japón
Duración: 142 min.
Género: Drama, Aventuras, Biográfico
Categoría: Películas con valores
Edad: TP
Director: Akira Kurosawa
Guión: Akira Kurosawa, Yuriy Nagibin
Música: Isaac Schwarts
Fotografía: Fyodor Dobronravov, Yuriy Gantman, Asakazu Nakai
Reparto: Yuriy Solomin, Maksim Munzuk, Vladimir Kremena, Aleksandr Pyatkov, Svetlana Danilchenko
El capitán Arséniev se adentra en los bosques de la taiga siberiana, acompañado por varios soldados, con el fin de realizar un estudio topográfico de la zona. En su expedición tiene la suerte de cruzarse con Dersu Uzala, un cazador nativo que conoce el territorio y sabe cómo sobrevivir ante las inclemencias meteorológicas. El viejo Dersu le ayudará en su misión de explorar la Siberia.
Akira Kurosawa se reencontró a sí mismo filmando una de las mejores películas de su carrera, después de haber tocado fondo por el fracaso comercial de su anterior trabajo. Sus problemas para lograr financiación en Japón le habían sumido en una grave crisis personal y fue una productora soviética la que le dio la oportunidad de volver a ponerse detrás de la cámara. En este largometraje adaptó un libro autobiográfico de Vladímir Arséniev no sin dificultad, pues el rodaje resultó lento por el perfeccionismo del cineasta nipón y los escollos que deparaban los enclaves naturales.
La historia transcurre en tres periodos de tiempo diferentes, a principios del siglo XX. Su vocación humanista impregna de armonía la sincera amistad entre dos personas tan dispares como un científico del ejército y un nómada curtido en las montañas. Los soldados tratan con desprecio a este último, desde una autoasumida superioridad, pero Dersu va revelándose como un hombre mucho más diestro y lúcido de lo que pensaban. Sin embargo, será su bondad la que acabe ganándoles. El anciano alberga una pureza que a ellos parece haberles arrebatado la civilización.
Kurosawa también plasma en su obra la relación entre el ser humano y una naturaleza, a veces, esplendorosa y, otras, feroz. Refleja distintas condiciones climatológicas que se dan en un escenario tan imponente como la Sibera. Destaca poderosamente la secuencia de la ventisca que sorprende a los protagonistas en un lago helado, tras perderse. No es de extrañar que el film fuese premiado con el Óscar en la categoría de habla no inglesa.