Por suerte para los que admiramos su obra, Terrence Malick no ha parado de rodar desde El árbol de la vida. Hoy estrena en Estados Unidos Vida oculta y acaba de terminar la filmación de su siguiente película, titulada The Last Planet. En este nuevo largometraje escenifica diversos episodios de la vida de Cristo.
Ninguno de los grandes del cine espiritual había llevado a la pantalla la figura de Jesucristo, por distintos motivos. Dreyer lo intentó, pero no consiguió financiación en Hollywood. Igualmente se frustró la adaptación del Evangelio de Lucas planeada por Andréi Tarkovski, porque fue prohibida por las autoridades de la Unión Soviética. En el caso del francés Robert Bresson no me consta que hiciera tentativa alguna, de modo que la producción que Malick tiene entre manos resulta especialmente prometedora.
En torno al proyecto hay mucho secretismo, como es usual en los trabajos del director norteamericano, aunque han trascendido varios datos. Parece ser que a Jesús lo interpreta un actor no demasiado conocido, el húngaro Géza Röhrig. También forma parte del reparto Matthias Schoenaerts, nuevamente a las órdenes de Malick tras Vida oculta, en el papel de Pedro. Por ahora, los dos intérpretes más populares del film son los oscarizados Ben Kingsley y Mark Rylance, el segundo representando a Satanás. En el apartado fotográfico, Malick ha vuelto a confiar en Jörg Widmer.
La cinta se ha rodado en localizaciones de Italia, Marruecos o Malta, entre otras. Actualmente está en proceso de posproducción, una tarea que probablemente se alargará bastante, dada la cantidad de material que rueda el autor de Días del cielo. Esto es lo que ha sucedido con Vida oculta, presentada por el propio director hace unos días en la Filmoteca Vaticana, en un acontecimiento que no deja de ser sorprendente, ya que las apariciones públicas del cineasta en los últimos cuarenta años se cuentan con los dedos de una mano.
Esta semana se ha lanzado el tráiler de Vida oculta, que llegará a España el 7 de febrero. Se basa en la historia de Franz Jägerstätter, un campesino austriaco beatificado por la Iglesia católica, que rechazó unirse al nazismo. La película muestra un modelo de heroísmo distinto del habitual y ya de entrada depara un bellísimo avance.