

Año: 1952
País: España
Duración: 93 min.
Género: Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +7
Director: Ignacio F. Iquino
Guión: Ignacio F. Iquino, Rafael J. Salvia
Música: Augusto Algueró
Fotografía: Pablo Ripoll
Reparto: Antonio Vilar, Manuel Gas, Ramona Cubeles, María Rosa Formiguera
Mariano es uno de los vecinos de la localidad catalana de Esparraguera, que participa en la tradicional representación de la Pasión, que se realiza en Semana Santa. Su papel es el de Judas, un personaje que se ajusta a la perfección a su forma de ser, aunque él desea tener más relevancia y anhela hacer de Jesucristo. Para conseguirlo, no tiene reparos en arremeter contra el actor que se encarga de esta labor, acusándolo de un robo que no ha cometido. Cuando consigue que todos piensen que es culpable, se ofrece para sustituirle y alcanza su objetivo, no sin grandes discrepancias, favorecido por el poco tiempo que queda para llevar a cabo la función y sus indudables dotes como intérprete.
La película sigue los pasos de un hombre huraño y de mal corazón, sin ningún tipo de escrúpulos a la hora de engañar, en beneficio propio, a sus vecinos y familiares. Desea representar a Cristo no por una cuestión de creencias -que no tiene-, sino para alimentar su vanidad. La tarea, sin embargo, acabará suponiendo una fuerte transformación para alguien con tanta maldad, que hasta entonces había sido un Judas en la vida real.
Una de las grandes virtudes del film está en la hábil narración de Iquino, que va intercalando en la trama algunas secuencias de los ensayos, sin ánimo de abarcar toda la Pasión. De este modo, aporta dinamismo a un conjunto muy logrado, rodado a partir del guión escrito por el propio realizador catalán, en colaboración de Rafael J. Salvia. La temática se acerca a otra producción española de la época, El beso de Judas, aunque con una puesta en escena es mucho más teatral -como no podía ser de otra manera- y una libertad creativa mayor.
Las interpretaciones constituyen otro de los puntos fuertes del largometraje y eso que solo participaron dos actores profesionales en el mismo, Antonio Vilar y Manuel Gas, mientras que el resto del elenco estuvo conformado por habitantes de Esparraguera, en línea con una de las características más singulares del neorrealismo italiano.