

Año: 1957
País: Suecia
Duración: 96 min.
Género: Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: Ingmar Bergman
Guión: Ingmar Bergman
Música: Erik Nordgren
Fotografía: Gunnar Fischer
Reparto: Max von Sydow, Gunnar Björnstrand, Nils Poppe, Bibi Andersson, Bengt Ekerot, Gunnel Lindblom
Siglo XIV. El caballero Antonius Block regresa a Suecia acompañado por su escudero Jöns, tras diez años en las cruzadas. Durante su vuelta es reclamado por la muerte, a la que reta a una partida de ajedrez. De este modo, Block consigue una prórroga en la que tratará de encontrar respuestas a sus numerosas dudas.
Este oscuro drama existencial es uno de los títulos más significativos del cine europeo y una película de culto. Su autor, Ingmar Bergman, despliega un relato cargado de simbolismo, mediante el que reflexiona acerca de Dios y su silencio. La figura central del film es un caballero acechado por la muerte, que desea conocer con seguridad si hay algo más allá de la vida terrenal. Angustiado por la incertidumbre, pregunta a la muerte sin obtener solución. Tampoco Bergman contesta a las cuestiones que plantea, aunque ofrece una visión más abierta a la trascendencia que en etapas creativas posteriores.
De una manera similar a Ordet (La palabra), salvando las debidas distancias, los personajes tienen diferentes posturas ante la fe. El caballero personifica una posición dubitativa en torno a Dios y anhelaría una certeza palpable sobre su veracidad, mientras que su incrédulo escudero prefiere no complicarse con asuntos de esta índole, aferrándose a lo racional. En su camino encuentran a un feliz matrimonio de comediantes, llamados José y María, y a su pequeño hijo. Estos representan la fe de los sencillos, especialmente un José que conserva la inocencia propia de los niños, albergando unas convicciones aparentemente más simples que los demás, pero en realidad más profundas.
El pesimismo de Antonius Block y de Jöns en relación a la alegría de los juglares, se manifiesta en la secuencia donde estos invitan a los cruzados a comer fresas y leche. Para el caballero será una situación idílica, marcada por una armonía que considera inalcanzable para él. La pareja, asimismo, es una luminosa excepción en un contexto marcado por el azote de la peste negra y la superstición de los que ven en la enfermedad un castigo divino. En consonancia con esto, la cinta nos presenta a unos religiosos que conducen a su rebaño por una senda opuesta a la Escrituras, sin ningún contrapunto positivo que equilibre su retrato.
El largometraje fue protagonizado por el actor fetiche de Bergman, Max von Sydow, y cuenta con una potente puesta en escena, que ha deparado imágenes tan emblemáticas como la partida de ajedrez. El título procede del Apocalipsis: «Y cuando el Cordero abrió el séptimo sello, se produjo en el cielo un silencio, que duró alrededor de media hora» (Ap 8, 1). La apertura del séptimo sello revela el inicio de un silencio, más adelante roto por siete trompetas que anuncian los desastres enviados por Dios, con la finalidad de que el hombre se arrepienta de sus pecados.
La producción recibió el Premio Especial de Jurado en su paso por el Festival de Cannes, ex aequo con Kanal.
El arte según Bergman
Ingmar Bergman afirmó en el libro Cuatro obras: «El arte perdió su impulso creador básico en el instante en que fue separado del culto religioso. Se cortó el cordón umbilical y ahora vive su propia vida estéril, procreando y prostituyéndose. En tiempos pasados el artista permanecía en la sombra, desconocido, y su obra era para gloria de Dios. Vivía y moría sin ser más o menos importante que otros artesanos; ‘valores eternos’, ‘inmortalidad’ y ‘obra maestra’ eran términos inaplicables en su caso. La habilidad para crear era un don. En un mundo semejante florecían la seguridad invulnerable y la humildad natural».