

Año: 1984
País: Estados Unidos
Duración: 111 min.
Género: Drama
Categoría: Películas con valores
Edad: +13
Director: Robert Benton
Guión: Robert Benton
Música: John Kander
Fotografía: Néstor Almendros
Reparto: Sally Field, Lindsay Crouse, Ed Harris, Amy Madigan, John Malkovich, Danny Glover, Yankton Hatten
Años treinta. Edna Spalding está casada con el sheriff de una localidad de Texas. Cuando este es accidentalmente asesinado por un adolescente ebrio de raza negra, se queda al cargo de sus dos hijos y tiene que hacer frente a los pagos de la hipoteca de su granja, mientras el país está inmerso en la época de la Gran Depresión.
Robert Benton repitió, en parte, el éxito de Kramer contra Kramer, esta vez partiendo de un guión original que ambientó en Waxahachie, su lugar de nacimiento. El valor de su película no está en giros complejos o en innovaciones narrativas, sino en una historia bien contada, protagonizada por una viuda que se ve obligada a adentrarse en un terreno desconocido para ella. La cinta transcurre de forma lineal e incluye una subtrama, donde la hermana de Edna sufre la infidelidad de su marido.
A la granja de la señora Spalding llega un trabajador negro, llamado Moze, que busca ganarse un jornal. Ajena a los odios raciales que incitaron a algunos de sus vecinos a vengar la muerte de su esposo, acepta la propuesta de Moze de plantar algodón en sus tierras, consciente de su poco margen de maniobra para no perder sus propiedades y ser separada de sus hijos. Por el mismo motivo, se ve forzada a acoger en su casa como inquilino al señor Will, un hombre que perdió la vista en la Primera Guerra Mundial y es cuñado del insensible empleado de banca que gestiona su hipoteca.
Aunque la familia Spalding tenga que compartir hogar con dos extraños, la convivencia resultará beneficiosa para todos. En gran medida por la bondad de Edna, una mujer cristiana que, pese a su aparente fragilidad, actúa con una tenacidad de hierro para permanecer al lado de sus hijos. Su suavidad aplaca al áspero señor Will y con su benevolencia le da una oportunidad a Moze, tras no delatarle ante la policía por el robo de unos cubiertos de plata, en una referencia a Los miserables.
Al agradable tono del relato se suma la cálida fotografía de Néstor Almendros. Su elección era bastante obvia, no solo por haber colaborado anteriormente con Benton, sino por su trabajo en los escenarios naturales de Días del cielo. Aquí se luce en las secuencias de la recogida de algodón y en el tornado que sufren los habitantes de Waxahachie.
El film contó con un buen reparto de actores, encabezado por Sally Field, cuya interpretación le valió el Óscar a la mejor actriz. La producción también se llevó la estatuilla en la categoría de guión original, y fue premiada en los festivales de Toronto y Berlín. Su clasicismo contrasta con el realismo mágico de su sorprendente final, una alegoría cristiana sobre la comunión, la gracia y el perdón.