

Año: 2008
País: Estados Unidos
Duración: 86 min.
Género: Animación, Aventuras, Comedia
Categoría: Películas infantiles
Edad: TP
Director: Jimmy Hayward, Steve Martino
Guión: Cinco Paul, Ken Daurio
Música: John Powell
Fotografía:
Reparto:
Un día, el elefante Horton escucha un grito procedente de una mota de polvo y decide ponerla a salvo. Esto le acarrea la desaprobación de otros animales que no le toman en serio, incapaces como son de percibir que, verdaderamente, dentro de la mota viven unas pequeñas criaturas. El noble propósito de Horton encontrará la firme oposición de una sobreprotectora canguro, empeñada en truncar sus planes.
Un cuento infantil escrito por el Dr. Seuss dio pie a esta película, cuyo guión, firmado por Cinco Paul y Ken Daurio (Gru, mi villano favorito), se desarrolla mediante dos líneas argumentales paralelas. Por un lado, la trama nos presenta a un elefante fiel y perseverante, dotado de una sensibilidad que le distingue del resto de moradores de la selva. Por otra parte, la historia se adentra en la mota de polvo custodiada por Horton, donde residen unos diminutos seres en una ciudad llamada Villaquién.
Los dos relatos se encuentran cuando Horton contacta con Ned McDodd, el honesto alcalde de Villaquién. McDodd es padre de una numerosísima familia, en la que el mayor de sus hijos está destinado a sucederle como regidor. El chaval es un adolescente incomprendido, contrariado por la gran responsabilidad de tener que dar continuidad al oficio ejercido por sus antepasados.
En Villaquién solo hay lugar para las buenas noticias, pero las cosas se tuercen por las dificultades de Horton para llevar la mota a un sitio seguro. El alcalde trata de alertar a los suyos del peligro que corren, sin embargo, algunos no quieren ver la realidad y, por ende, tampoco la afrontan.
El film critica a aquellos que manipulan a las masas con discursos facilones. Además, habla sobre creer en lo que no se ve, en referencia a la existencia de un ser superior que vela por nosotros. Y para redondear su moraleja tiene implícito un osado mensaje provida, afirmando que «la persona es persona, por pequeña que sea». Este último argumento lo encarnan los habitantes de Villaquién y Horton, al ser capaz de ver lo que otros ignoran. Por todo ello, aunque la cinta es sencilla a nivel formal, lo cierto es que trata temas de mucho calado.