3,5 estrellas
7
La clase de esgrima
Título original: Miekkailija
Año: 2015
País: Finlandia, Estonia, Alemania
Duración: 99 min.
Género: Drama, Deportivo, Biográfico
Categoría: Películas con valores
Edad: +7
Director: Klaus Härö
Guión: Anna Heinämaa
Música: Gert Wilden Jr.
Fotografía: Tuomo Hutri
Reparto: Märt Avandi, Ursula Ratasepp, Lembit Ulfsa, Kirill Käro, Carmen Mikiver, Kaie Mihkelson

Endel llega desde Leningrado hasta una pequeña población estonia llamada Haapsalu, escondiéndose de la policía rusa. En la apartada localidad, comienza a trabajar como maestro de educación física, bajo una identidad falsa. La carencia de recursos para practicar deportes habituales con los chicos, unida a su destreza para la esgrima, le animan a impartir esta modalidad entre sus alumnos. Su iniciativa, no obstante, será recibida con recelo por el director del centro, que considera la esgrima como una actividad elitista, incompatible con el proletariado. Sin embargo, prevalecerá la ilusión de los escolares y el apoyo de los padres, despertando en Endel un entusiasmo hasta entonces sepultado por el miedo.

El finlandés Klaus Härö se ha tomado su tiempo para retomar su interesante carrera cinematográfica, tras Cartas al padre Jacob, con otro notable título, igualmente desarrollado con gran sencillez y delicadeza. Se basa en la vida del tirador de esgrima Endel Nelis, trasladada al guión por la debutante Anna Heinämaa, que evita sobrecargar el argumento con subtramas innecesarias.

La historia nos sitúa a mediados del siglo XX, después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Transcurre en un periodo en el que la contienda ha dado paso al dominio del comunismo en tierras del Este de Europa, anulando la voluntad del pueblo, con medidas como la utilización de la educación como un instrumento político.

En este complicado contexto y con los soviéticos siguiéndole la pista, Endel empieza a dar clases en un colegio rural. Apenas sonríe y carece de paciencia para la enseñanza, pero el contacto con los niños le irá transformando. Se replanteará sus prioridades, al observar el modo en que la esgrima representa un medio de evasión para unos muchachos, que han sufrido en su entorno familiar las consecuencias de la paranoia totalitaria. Los tonos fríos de la fotografía de la película van en consonancia con la opresión que se palpa en el ambiente, a lo largo de este relato acerca del compromiso y de un desafío, a golpe de florete, hacia las normas impuestas.

La clase de esgrima (fotograma)