3 estrellas
6
La leyenda del santo bebedor
Título original: La leggenda del santo bevitore
Año: 1988
País: Italia, Francia
Duración: 122 min.
Género: Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: Ermanno Olmi
Guión: Ermanno Olmi, Tullio Kezich
Música: Ígor Stravinski
Fotografía: Dante Spinotti
Reparto: Rutger Hauer, Anthony Quayle, Sandrine Dumas, Dominique Pinon, Sophie Segalen

Andreas es un vagabundo alcohólico, que duerme bajo los puentes de París. Junto al Sena se cruza con un desconocido que le ofrece doscientos francos. Andreas se resiste a aceptarlos, pues no sabe la manera de devolverlos. Su generoso benefactor le dice que se convirtió leyendo la historia de Teresa de Lisieux y le propone que, cuando le sea posible, entregue el dinero en la iglesia de Sainte-Marie des Batignolles, donde hay una imagen de la santa.

Ermanno Olmi logró con esta película el León de Oro en el Festival de Venecia y también fue el vencedor en los David di Donatello de su país. Se basó en una obra del austriaco de origen judío Joseph Roth, converso al catolicismo. Toda la familia de este escritor, incluida su mujer, perdió la vida por la barbarie nazi. Roth acabó exiliado en París y consumido por el alcohol, al igual que el protagonista de su novela, escrita poco antes de su muerte.

El director de El árbol de los zuecos eligió para el personaje principal de esta cinta a Rutger Hauer, el replicante de las lágrimas en la lluvia de Blade Runner. El neerlandés interpreta a un hombre roto por su adicción a la bebida, antiguo trabajador de una mina. Entre vasos de vino recuerda un error del pasado que lo truncó todo, arrastrándole a malvivir, sin techo ni papeles, en la capital de Francia.

Tras recibir el préstamo, Andreas se cruza con varias personas, entre ellas un viejo amigo boxeador o una joven sin buenas intenciones, por la que se siente atraído. Algunas de estas compañías, junto a sus problemas con el alcohol, obstaculizan sus deseos de cumplir con su palabra, saldando su deuda con la pequeña Thérèse. De modo que, constantemente, se frustran sus intentos de ir a la iglesia el domingo para quedar en paz con su acreedora. Sin embargo, cada vez que pierde el dinero lo recupera de formas insospechadas.

El largometraje está fotografiado en tonos ocres por Dante Spinotti, colaborador de Michael Mann en El último mohicano o Heat. Olmi se apoya mucho en la imagen para narrar un relato con pocos diálogos. Su propuesta es lenta y se alarga demasiado en algunos tramos, pero contiene una poderosa parábola sobre la naturaleza de la gracia, que no es dada a alguien porque lo merezca o no, sino pese a sus faltas.

La leyenda del santo bebedor (fotograma)