

Año: 2019
País: Estados Unidos
Duración: 119 min.
Género: Drama, Ciencia ficción
Categoría: Películas con valores
Edad: +18
Director: Casey Affleck
Guión: Casey Affleck
Música: Daniel Hart
Fotografía: Adam Arkapaw
Reparto: Anna Pniowsky, Casey Affleck, Tom Bower, Elisabeth Moss, Hrothgar Mathews, Timothy Webber
Gran parte de la población femenina ha desaparecido a causa de una letal pandemia. El devastador suceso ha convertido al mundo es un lugar inhóspito, donde las pocas mujeres supervivientes están seriamente amenazadas. En este duro entorno, un padre protege a su hija de once años, llamada Rag. Se ven obligados a esconderse en sitios alejados de las ciudades y la niña se hace pasar por un muchacho, cada vez que se encuentran con alguien.
Hace una década que Casey Affleck comenzó a escribir el guión de esta película independiente, que también ha dirigido y coprotagonizado. Su trabajo recuerda a títulos como No dejes rastro, pero tiene una trama propia que transcurre en un futuro posapocalíptico, marcado por el desequilibrio originado como consecuencia de la casi total ausencia de mujeres. La mayoría de los personajes que aparecen en el film presentan un aspecto deshumanizado, reflejo de una sociedad sin atisbo alguno de moral.
La atmósfera es la que precisaba una cinta de estas características. Existe una sensación de peligro constante, acrecentada por la música y por una fotografía muy fría en exteriores. Asimismo, aporta mucho la notable interpretación de Affleck y la contribución de la jovencísima Anna Pniowsky.
El relato incluye breves flashbacks que nos retrotraen al inicio de la pandemia y unos largos diálogos que afianzan un buscado carácter pausado e intimista. La figura paterna está definida con inteligencia. Sale a relucir el instinto de protección de un hombre que se guarda sus miedos, mientras trata de disipar los de su hija. Las historias que cuenta son un refugio para ambos y una oportunidad para recordarle a la cría las normas que debe seguir para que no la capturen.
En el largometraje aflora con fuerza la determinación de un padre en un contexto hostil, sin la ayuda de su esposa y con dificultades para comprender a una chica que empieza a asomarse a la pubertad. Es significativa la simbología cristiana latente en ciertos momentos de esta reflexiva propuesta de Affleck, que ha filmado una de las películas más conmovedoras del año, mostrando la manera en que el amor paternofilial puede sacar lo mejor de una persona.