4,5 estrellas
9
La misión
Título original: The Mission
Año: 1986
País: Reino Unido, Francia
Duración: 125 min.
Género: Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: Roland Joffé
Guión: Robert Bolt
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Chris Menges
Reparto: Robert De Niro, Jeremy Irons, Ray McAnally, Aidan Quinn, Cherie Lunghi, Ronald Pickup

Siglo XVIII. El padre Gabriel es aceptado por los indios guaraníes, ayudado únicamente por su fe y la música de un oboe. En su comunidad de acogida funda la misión de San Carlos, a la que se une el mercenario Rodrigo Mendoza, quien pasa de ver en Gabriel un obstáculo para el tráfico de esclavos, a un hermano cuyos pasos seguir como jesuita, tras redimirse de sus pecados. Los acuerdos sobre territorios entre España y Portugal colocarán la misión en una difícil situación y, como consecuencia, a los misioneros en la tesitura de elegir entre el poder de la oración o la fuerza de la espada.

Este clásico del cine europeo se desarrolla en los excelentes escenarios de las cataratas del Iguazú y la jungla tropical, con una cuidada fotografía y la inolvidable banda sonora de un inspiradísimo Ennio Morricone. La clave de su notoriedad radica en la conjunción de estos aspectos más artesanales con el guión firmado por el británico Robert Bolt, autor de Un hombre para la eternidad, entre otros reconocidos títulos.

El realizador Roland Joffé aprovecha la calidad de la historia y el lirismo de las imágenes, en momentos donde los diálogos dejan paso al simbolismo, como la secuencia en la que el padre Gabriel se vale del poder evocador de la música para ser admitido por los indígenas o en la subida de Mendoza por la catarata cargando con sus armas, que representan el peso sus pecados. Precisamente, la película alcanza uno de sus puntos álgidos cuando Mendoza llora de alegría al sentirse perdonado por Dios y por los que fueron sus víctimas en el pasado.

El film relata el conflicto surgido entre Iglesia y Estado, después de que un convenio entre los gobiernos de España y Portugal inste a los jesuitas a abandonar su misión. En esta coyuntura, la jerarquía eclesiástica teme las represalias que un incumplimiento derivaría en suelo español y portugués, y no apoya a los religiosos en su deseo de permanecer junto a los guaraníes. El trance dejará patente el contraste entre la labor burocrática de la Iglesia y el trabajo evangelizador de los misioneros o, lo que es lo mismo, entre los intereses inmediatos y la atemporalidad de la riqueza espiritual.

La misión nos invita a reflexionar sobre elementos tan dispares y, a la vez, tan ligados a la naturaleza humana, como el pecado y la redención, y la paz frente al poder destructor del hombre, a través de la visión de los personajes interpretados por Jeremy Irons y Robert De Niro, dos grandes actores en estado de gracia.

La propuesta se alzó con la prestigiosa Palma de Oro en Cannes, en la edición de 1986. En los Óscar ganaría una de las siete estatuillas a las que optaba, con el reconocimiento en la categoría de mejor fotografía para Chris Menges.

[El siguiente comentario revela partes importantes de la trama]
El argumento central de la cinta reside en la postura que toman los jesuitas, ante la inminente invasión militar. Ninguno se plantea dejar San Carlos, pero algunos deciden luchar junto a los guaraníes para defenderse, como es el caso de Rodrigo Mendoza, mientras que el padre Gabriel solo cree en la paz: «Si solo sirve la violencia y no hay lugar en el mundo para el amor, y puede que sí, que así sea, entonces no tengo fuerzas para vivir en un mundo así».

La misión (fotograma)

Curiosidades

El primer guión escrito por Robert Bolt, data de 1975. Desde entonces, transcurrieron diez años hasta que se dieron las circunstancias para que pudiese iniciarse el proyecto1.

El coste inicial del largometraje oscilaba entre ocho y diez millones de dólares, aunque los productores no tardaron mucho en comprobar que, una obra de tal magnitud, no podría completarse por ese importe. Acabó costando más de veinte millones y existieron muchas dificultades económicas en todo el proceso1.

Roland Joffé tuvo que ser hospitalizado durante el rodaje al sufrir, según los médicos, un desvanecimiento por deshidratación. Para David Puttnam, uno de los productores, fue debido a la presión a la que estaba sometido por los problemas de financiación1.

Los nativos que aparecen no son guaraníes, sino waunana. No sabían muy bien en qué consistía hacer una película e, incluso, temían ser asesinados. Nativos de un total de cuatro poblados fueron trasladados a más de mil seiscientos kilómetros de sus casas. Por recomendación de los antropólogos asesores, junto al set de rodaje se construyó un poblado respetando sus costumbres, con el fin de evitar conflictos similares a los acaecidos en la realización de Fitzcarraldo2.

Como parte de los decorados se reconstruyó la antigua misión de San Carlos2.

Se consideró a Ben Kingsley para el papel del padre Gabriel, pero Joffé prefirió a Jeremy Irons, un joven actor en alza por aquella época. Tanto Irons como De Niro fueron introducidos a la vida religiosa por el jesuita norteamericano Daniel Berrigan1.

Ennio Morricone, autor de una partitura que ocupa un lugar destacado en la historia del séptimo arte, declaró: «Entre todas las bandas sonoras que he escrito, esta es la que considero más representativa de mi persona. En esta música me veo retratado tanto emocional como intelectualmente»1.

La filmación se efectuó principalmente en Colombia, completándose con algunas localizaciones en Argentina, entre ellas, las cataratas del Iguazú1.

Se presentó en el Festival de Cannes con un montaje aún inacabado y con bastantes dudas sobre las posibilidades de éxito en el certamen para una producción de tan alto presupuesto. Sin embargo, el jurado reconoció su calidad artística y se acabó llevando la Palma de Oro1.


1. A. Pardo, David Puttnam: un productor creativo. Madrid: Rialp, 1999. pp. 138-156.
2. Documental Ómnibus, gente en una misión.