Martin Sheen en el rodaje de The Vessel (El navío)

A principios de mes se estrenaba en más de noventa cines de España la película Unplanned. Los datos de audiencia están siendo muy positivos. Varias semanas después, sigue estando entre las más vistas de la cartelera, un dato a celebrar para los que, como desde este portal, defendemos la vida de los no nacidos.

Alguien que en repetidas ocasiones ha hecho declaraciones en contra del aborto y sobre la llegada de niños cuando no están planificados, es el veterano actor católico Martin Sheen. Aparte de ser conocido por su carrera cinematográfica, lo es también por su postura antiabortista. No es para menos, ya que la historia personal de este hombre da para el guión de un buen largometraje.

A finales de los setenta, sufrió un ataque al corazón durante el accidentado rodaje de la película Apocalypse Now. Los problemas que tenía con el alcohol y los excesos le pasaron factura. La vida del actor tocó fondo, pero al final consiguió encontrar luz al final del túnel. En una entrevista para The Progessive, en 2003, agradecía a Terrence Malick su regreso a la fe.

Con el tiempo, y tomando ya las riendas de su vida, se convirtió en un defensor de los más desfavorecidos. Sus ideas activistas y antibelicistas son aplaudidas en el edulcorado mundo de Hollywood, pero el ser un provida, generalmente, no está tan bien visto. Sin embargo, tiene la solución para las críticas que recibe por ser como es: «solo tienes que mantener tu fe y tu sentido del humor», dijo en The Progessive.

Lleva casado con su mujer Janet más de cincuenta años. De su matrimonio nacieron cuatro hijos. En 2011, confesó en otra entrevista, en este caso a RTÉ, que alguno de ellos vino a destiempo y que tres de sus nietos igualmente lo hicieron en las mismas circunstancias. Él mismo es el séptimo de diez hermanos. A su parecer, la alegría que le ha proporcionado la llegada de cada niño a su familia le ha hecho «estar en contra del aborto de cualquier vida», como afirmó en esa entrevista a RTÉ.

Conociendo un poco más la historia del actor no es de extrañar que afirme «no creo que el aborto sea buena idea». Lo dice un hombre que está muy agradecido a su suegra, porque su mujer, Janet, fue fruto de una violación. Su madre pensó en abortarla e incluso en tirarla al río después de nacer, pero no lo hizo. «Si ella hubiera abortado no habría conocido a mi esposa».

Merece la pena dar la cara por un asunto tan grave como es el aborto. Es reconfortante que haya personajes conocidos que se postulen a favor de los no nacidos. Es el caso de Martin Sheen, cuya historia sirve no solo para inspirar, sino para que otras historias se puedan contar.