

Año: 2019
País: Estados Unidos
Duración: 98 min.
Género: Drama, Biográfico
Categoría: Películas
Edad: +13
Director: Chuck Konzelman, Cary Solomon
Guión: Chuck Konzelman, Cary Solomon
Música: Stephen Blake Kanicka
Fotografía: Drew Maw
Reparto: Ashley Bratcher, Brooks Ryan, Robia Scott, Jared Lotz, Emma Elle Roberts, Robin DeMarco
Abby Johnson trabajó durante años en una clínica de Planned Parenthood, en Texas. Su implicación era tal que, pese a su juventud, ascendió a directora del centro. Pero cuando un día fue reclamada en un quirófano y asistió por primera vez a un aborto, su vida cambió por completo.
Como se advierte al inicio del film, Unplanned no es una historia agradable. Sin embargo, en estos tiempos de corrección política, resulta reconfortante encontrarse con una película que se atreva a plantar cara a las directrices del pensamiento dominante. A causa de ello, la producción ha estado plagada de dificultades y tuvo que rodarse en secreto. En Canadá, por ejemplo, existieron fuertes presiones para censurar su estreno. Lo cierto es que, desde que Bella -otra cinta provida- ganase el Festival de Toronto en 2006, la libertad de expresión se ha limitado de forma preocupante.
El relato se basa en un libro autobiográfico de Abby Johnson y está contado desde el punto de vista de esta mujer, tras arrepentirse de ser copartícipe de varios miles de abortos. Su caso no es precisamente aislado. El médico que aparece en el desgarrador comienzo llevó a cabo unos mil doscientos abortos antes de unirse a la defensa de los no nacidos.
Se agradece que los hechos se expongan de manera directa y sin miedo, mediante una narración ágil. Desde el principio queda claro que la propuesta toma partido, al igual que otros títulos que llegan a la cartelera y que, por afinidad, encuentran el beneplácito general de la crítica. El conjunto hubiese mejorado, eso sí, sin algunos abusos melodramáticos y con una mayor contención en el personaje de Cheryl, la anterior directora de la clínica de Abby. Pero no es fácil permanecer impasible ante la incómoda verdad que presenta, ante sus revelaciones sobre las artimañas para aumentar el número de abortos en la multinacional Planned Parenthood, una muestra del capitalismo más feroz.
Abby está interpretada de un modo convincente por Ashley Bratcher. La actriz realiza un buen trabajo reflejando las contradicciones de una protagonista que intenta autoconvencerse, frente a los argumentos de sus familiares y su propia fe cristiana. Tampoco es ajena al impacto de los grupos de oración que se concentran junto a la valla de su centro.
La película ha provocado reacciones encontradas, ya que es difícil quedarse indiferente ante ella. Aunque persuadirá a muy pocos de los que piensan que un feto no es más que tejido, lo que cuenta es indignante para los que consideramos que se trata de un ser humano y defendemos el derecho a la vida.
La llegada no planificada de Ashley Bratcher
Los actores que participaron en la producción sabían que se enfrentaban a posibles represalias, especialmente la protagonista, Ashley Bratcher, que convenció en el casting a los directores Chuck Konzelman y Cary Solomon. Al ser elegida para el papel llamó a su madre para darle la noticia y esta, entre lágrimas, le confesó que había abortado a los dieciséis años. Para mayor sorpresa de su hija prosiguió: «Después me quedé embarazada de ti y estaba ya sobre la mesa de la clínica para un nuevo aborto, cuando entró una enfermera embarazada. Entonces me levanté de la mesa y me fui».