Girasol

1. El que es enseñado por su Maestro y Señor a penetrar con los ojos de su alma en el espíritu de la Palabra termina descubriendo la ternura de su Rostro.

2. La oración de quien tiene a Dios en la boca pero no en el corazón llega ante su Presencia como si fuera un spam. Se elimina sin ser escuchada.

3. Los apóstoles recibieron del Señor la misión de anunciar palabras de vida al mundo (Hch 5,20). Esta es la predicación que crea esos hombres de Dios que iluminan a otros hombres… Jesús les llama mis discípulos.

4. Bienaventurado aquel que, a fuerza de considerar el Evangelio como su gran tesoro, es llevado por el Espíritu hasta la palabra interior de cada página; sí, bienaventurado porque se sabe cercano a Dios.

5. Hay veces que no nos apetece adorar, parece como que hay que arrastrar el corazón hasta Dios; y no es raro que después nos cueste enormemente despegarnos de Él.

6. Quien desea realmente ser discípulo del Señor tiene la libertad suficiente para rebelarse contra su debilidad, y con la misma libertad se apropia de la fuerza de Dios oculta en su Palabra.

7. Discípulo del Señor Jesús es todo aquel que tiene la debilidad de su corazón apretada contra el corazón de Dios su Padre.

8. Vivimos una crisis producida por una capitulación ante la mediocridad. A cualquier banalidad se le llama arte, cultura y hasta valores humanos. La tensión por ser discípulos de Jesús nos libera de tamaña necedad.

9. La resignación ante las propias flaquezas no es sino la excusa de los necios ante el Evangelio. Necios porque no se han enterado de que en él depositó el Señor su fuerza para que le podamos seguir.

10. Una de las características que acompaña a un hombre de Dios es su alegría, la que nace de la frescura de la fe. Estos hombres esparcen a su alrededor la sonrisa de Dios.

11. El que vive con el Evangelio del Hijo de Dios en su alma no necesita esperar el amanecer para disfrutar de la luz, la tiene dentro.

12. Es importante servirse de la tecnología para facilitar las cosas, pero no creamos que una máquina pueda generar la alegría de vivir; ésta sólo viene de Dios.

13. Nadie está libre de los miedos que por diversas causas se asoman sin previo aviso en nuestra vida. Sí está en nuestras manos, junto con las de Dios, que no nos paralicen.

14. Hombre sensato es aquel que, frente al horizonte que se abre ante él, se deja guiar por el único Pastor que, traspasándolo, le conduce hasta el Reino de Dios.

15. No entreguemos el alma entera a nadie que un día nos la pueda quebrar. Recordemos que el perfume de Dios, el sabor presente en su Palabra, son inmunes a todo quebrantamiento.

16. La infidelidad abre heridas profundas en el amor, y hasta descose sus costuras. Sin embargo, ninguna de nuestras infidelidades han podido quebrantar el amor de Dios.

17. Cuando Jesús dice que conoce a sus ovejas y que éstas le conocen a Él (Jn 10,14), está apuntando a una pertenencia mutua. Perdonad la pregunta: ¿hay alguien que te ofrezca más?

18. “La misericordia y la fidelidad se encuentran”, dice el salmista (Sl 85,11). Efectivamente, un hombre que experimenta el perdón y la misericordia de Dios siente el impulso de caminar en fidelidad hacia Él.

19. Cuanto más profundo es nuestro perdón a quien nos ha ofendido, tanto mejor podemos entender la alegría que Dios siente cuando perdona nuestros pecados por medio de un sacerdote.

20. Nadie ha nacido para ser mediocre, el aliento de Dios nos preserva de toda mediocridad. Aun así, siempre habrá persona que, haciendo uso de su libertad, la escoja.