

Año: 1999
País: Estados Unidos
Duración: 86 min.
Género: Animación, Ciencia ficción, Aventuras
Categoría: Películas infantiles
Edad: TP
Director: Brad Bird
Guión: Brad Bird, Tim McCanlies
Música: Michael Kamen
Fotografía: Steven Wilzbach
Reparto:
Un colosal hombre de hierro cae cerca de Rockwell, la pequeña localidad donde vive el jovencísimo Hogarth. Este imaginativo muchacho, de nueve años, descubre al robot en el bosque y traba con él una singular amistad. Pero su vínculo se verá amenazado por un agente gubernamental, llamado Kent Mansley, que llega al lugar para averiguar el paradero del extraño visitante. La presencia de Mansley lleva a Hogarth a proteger a su nuevo amigo, escondiéndolo en una chatarrería.
Brad Bird empezó a forjarse como uno de los grandes valores del cine de animación con esta notable película, mediante la que adapta un cuento de Ted Hughes. Sería el preludio de los éxitos que, ya en el siglo XXI y con Pixar, Bird ha alcanzado con Ratatouille y las dos entregas de Los increíbles.
El gigante de hierro transcurre durante 1957, en plena Guerra Fría. El agente del gobierno que investiga el caso personifica la paranoia de aquella época, al creer que el robot es un arma de los soviéticos. Su convencimiento pone en alerta a los vecinos de Rockwell, que comienzan a sentirse acechados por el peligro.
El film habla de cómo la amistad nos ayuda a ser mejores. Es evidente su referencia a Frankenstein en la relación entre dos seres tan distintos como Hogarth y el gigante. El relato también se inspira en el personaje creado por Mary Shelley a la hora de mostrar el temor que despierta el imponente aspecto del hombre de metal, quien sin quererlo genera un miedo irracional, obstruyendo la posibilidad de que puedan conocerse sus verdaderas intenciones.
Aunque el largometraje recibió una amplia aprobación por parte de la crítica, su recaudación fue decepcionante. Acerca de esto se han apuntado varios motivos. Algunas voces acusan a la Warner Bros de una deficiente gestión del proyecto que tenía entre manos e, incluso, se ha señalado su coincidencia con el estreno de El sexto sentido. Lo que es indiscutible es su interés cinematográfico y el hueco que se ha ganado dentro del género de animación.