

Año: 2008
País: Estados Unidos
Duración: 99 min.
Género: Comedia, Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +7
Director: Mark Pellington
Guión: Albert Torres
Música: John Frizzell
Fotografía: Eric Schmidt
Reparto: Luke Wilson, Radha Mitchell, Adriana Barraza, George Lopez, Cheryl Hines, Richard Benjamin
Henry Poole se traslada a vivir a un nuevo barrio, tratando de aislarse del mundo. Sin expectativas vitales e inmerso en una profunda crisis personal, su única intención es estar solo. Pero una mujer del vecindario algo entrometida, llamada Esperanza, frustrará sus aspiraciones al identificar el rostro de Cristo en una mancha de la fachada de su vivienda. El suceso convertirá su casa en un lugar de peregrinación, al que se acercará el párroco de la zona para verificar los hechos in situ. El revuelo aumentará la contrariedad de un incrédulo Henry, cuyo único consuelo vendrá de la amistad que entabla con su vecina de al lado y con la pequeña hija de esta.
La película sigue los pasos de un treintañero que ha tocado fondo, obligado a salir de sí mismo y a replantearse su futuro, merced a unos inesperados acontecimientos. El relato se articula mediante el interesante planteamiento de que solo los creyentes son capaces de distinguir un signo extraordinario, en lo que para Henry no es más que una humedad. El argumento, por tanto, señala la fe como vehículo indispensable para creer en la veracidad de los milagros, frente al racionalismo descreído encarnado por el protagonista.
La historia fue escrita por el debutante Albert Torres, mientras que la dirección de esta cinta, de estilo indie y pocas pretensiones, corrió por cuenta de Mark Pellington. El realizador se embarcó en un proyecto que tenía una particular significación para él, tras el trágico fallecimiento de su esposa. Pellington logró conformar un conjunto sincero y agradable, carente de un mayor desarrollo dramático en ciertos aspectos, pero de un especial interés para aquellos que, al igual que los vecinos de Henry, sepan ver más allá de la superficie.