Son of God

Este año ha sido el de la confirmación definitiva de la tendencia iniciada hace una década con el estreno de La Pasión de Cristo y continuada, un año después, con Las crónicas de Narnia, que demuestra que las producciones con temáticas religiosas vuelven a ser rentables, después de bastante tiempo en el que no existía un mercado significativo. El estreno de Natividad en 2006 generó algunas dudas ya que, sin ser un fracaso, no alcanzó los resultados esperados, pero las sorprendentes recaudaciones de películas pequeñas como Prueba de fuego y la acogida en Estados Unidos de la serie La Biblia han supuesto el impulso que necesitaban algunos proyectos que se estaban gestando.

En el primer trimestre del año se agolparon los éxitos de tres modestas producciones cristianas. El más significativo fue el de El cielo es real, que pasó la barrera de los cien millones de dólares, con un coste de doce. Se le sumaron dos filmes que aún no se han estrenado en España: God’s Not Dead y Son of God. Este último es una reedición de la serie La Biblia que, con un coste mínimo, llegó a los sesenta y siete millones de dólares. Por su parte, lo de God’s Not Dead es aún más sorprendente con sus más de sesenta millones recaudados, partiendo de un presupuesto de solo dos. A estos datos hay que unirles un importante consumo en DVD en Estados Unidos.

Las dos grandes apuestas de 2014 han sido, sin duda, Noé y Exodus. Las dos han contado con directores de prestigio, generosos medios e importantes figuras en su reparto. En cierto modo recuerdan a las epopeyas bíblicas del cine clásico, para bien y para mal, pues nuevamente se ha hecho más hincapié en la espectacularidad que brinda la Biblia, que en su contenido espiritual.

Noé se estrenó en marzo -dentro del espléndido primer trimestre- y obtuvo una recaudación superior a trescientos cincuenta millones de dólares, por ciento veinticinco que había costado, más gastos de distribución. No fue un dato excelente, pero sí aceptable. Por su parte, Exodus ha sido el tercer mejor estreno del año en España, aunque no ha cuajado igual en Estados Unidos. Aún es pronto para conocer su alcance, pero no va a ser un fracaso.

Estas cifras nos traerán nuevos filmes de temática religiosa a corto plazo, de hecho, ya hay unos cuantos anunciados. Veremos si su nivel hace justicia al creciente interés mostrado por el público.