Flying Padre

Antes de nada, tengo que decir que Kubrick no es santo de mi devoción, aunque no sea la mejor forma de empezar este artículo. Reconozco, eso sí, el mérito de algunas de sus películas, como Senderos de gloria o 2001: Una odisea del espacio, y el total dominio de la imagen de alguien que comenzó trabajando de fotógrafo para la revista Look. Precisamente de sus inicios, en concreto en el cine, me sorprende su segunda aportación: un cortometraje documental titulado Flying Padre.

El film, estrenado en 1951, muestra dos días cualquiera de la vida del padre Fred Stadtmuller, un buen sacerdote católico. Su amable contenido está en las antípodas de las temáticas violentas y nihilistas más tarde habituales en la filmografía de un realizador que no sé si era un misántropo, pero desde luego lo parecía.

El protagonista de esta historia ejerce como párroco de once iglesias muy distanciadas entre sí, pertenecientes a una zona rural del estado de Nuevo México. Para no dejar a nadie atrás, recorre miles de kilómetros de vuelo al año pilotando su propia avioneta, el Espíritu de San José, que compró con el dinero prestado por un amigo. El sacerdote está plenamente dedicado a sus feligreses, mayoritariamente hispanos. Y no solo a asistirles espiritualmente, sino a mediar en sus conflictos y ayudarles con sus problemas.

Poco antes de esta cinta, Kubrick había debutado con Day of the Fight, un cortometraje sobre un boxeador producido por la RKO. De la mano de esta compañía repitió con Flying Padre, que está narrada por Bob Hite, locutor de la CBS, y fotografiada en blanco y negro. Su duración no llega a los nueve minutos.

Kubrick tenía veintipocos años y aún no había definido su estilo. El documental está desarrollado de un modo clásico y descriptivo, con momentos claramente ficcionados. No obstante, en algunos planos se atisban ya destellos de lo que haría después. La experiencia le sirvió, más que nada, para abrirse camino.

A finales de los sesenta, ya consagrado, declaró en una entrevista publicada en el libro The Film Director as Superstar, de Joseph Gelmis, que fue en aquel momento cuando renunció a su empleo «en Look para trabajar a tiempo completo en la realización de películas». En esa misma entrevista calificó el corto como una «tontería», lo cual no es de extrañar viniendo de un cineasta meticuloso y obsesivo hasta límites insospechados, que dijo de su primer largometraje, Fear and Desire (Miedo y deseo), que era «el dibujo de un niño en una nevera» y, según se cuenta, intentó destruir cualquier rastro del mismo, sin éxito. Más allá de esto, Flying Padre es la curiosa historia de un sacerdote de altos vuelos.