3,5 estrellas
7
Sacrificio
Título original: Offret
Año: 1986
País: Suecia, Reino Unido, Francia
Duración: 149 min.
Género: Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: Andrei Tarkovsky
Guión: Andrei Tarkovsky
Música: Johann Sebastian Bach
Fotografía: Sven Nykvist
Reparto: Erland Josephson, Susan Fleetwood, Allan Edwall, Guðrún Gísladóttir, Sven Wollter

Durante la fiesta de cumpleaños de Alexander, el anfitrión y los invitados reciben estupefactos la noticia del estallido de una guerra mundial. Angustiado por las imprevisibles consecuencias de la contienda, Alexander hace una plegaria a Dios prometiéndole renunciar a todo lo que le une a la vida, a cambio de que evite el conflicto.

La película arranca con un travelling de unos diez minutos, como preludio a una narrativa articulada mediante largas tomas. Su personalísimo autor, Andrei Tarkovsky, despliega la historia de forma abstracta y marcadamente contemplativa, sin ponérselo nada fácil al espectador. Su relato transcurre en una atmósfera onírica, apuntalada por la excelente fotografía de Sven Nykvist. Este fue uno de los colaboradores habituales de Bergman que participó en esta producción, llevada a cabo en Suecia, país al que el director ruso se había exiliado, cansado del acoso de las autoridades soviéticas por la naturaleza trascendente de su obra.

Sacrificio es el testamento cinematográfico de un Tarkovsky que terminó la cinta muy mermado, como consecuencia del cáncer que padecía. A través de su protagonista, el realizador denuncia el desequilibrio entre materialismo y espiritualidad en la sociedad moderna, expresando su preocupación por el devenir del mundo. Asimismo, apunta el valor de ofrecerse a los demás y señala la imperiosa necesidad que tiene la humanidad de redescubrir un nuevo camino, más allá del racionalismo imperante. Su propuesta es de una profunda sinceridad, sin embargo, resulta discordante la confluencia argumental entre elementos cristianos y paganos, presentados sin aparente contradicción.

El film obtuvo cuatro galardones en el Festival de Cannes, entre los que destaca el Gran Premio del Jurado, en un año donde la Palma de Oro se la llevó La misión. Tarkovsky no pudo viajar al certamen por el avance de su enfermedad, pero sí acudió su hijo, a quien está dedicado el largometraje. Tras recibir las distinciones, el cineasta declaró: «La fe es la única cosa que puede salvar al hombre, es mi convicción íntima. ¿Qué otra cosa podría ser? Es lo único que el hombre posee con seguridad».

Sacrificio (fotograma)