José María Zavala va a presentar en unos días su tercer documental, Wojtyla. La investigación. El film se estrena exclusivamente online, de la mano de la distribuidora European Dreams Factory. José María dedicó sus dos anteriores largometrajes al Padre Pío, un santo decisivo en la conversión que experimentó hace unos años. Aparte de ser realizador, colabora en el programa de televisión Cuarto Milenio y en el periódico La Razón. También ha trabajado en El Mundo, Europa Press o Expansión, entre otros medios, y es autor de más de cuarenta libros. En su nueva película indaga en la figura de Juan Pablo II, uno de los papas más influyentes de la historia.
¿Qué os ha llevado a tomar la decisión de estrenar el documental durante la crisis del coronavirus?
La necesidad imperiosa de que San Juan Pablo II, el Papa de la esperanza, irrumpa en miles de hogares para llevar consuelo a tantas personas que sufren por la pandemia del Covid-19.
Durante la investigación para el film, ¿cuál es el descubrimiento que más te ha llamado la atención?
Además de entrar por primera vez en los archivos de la policía secreta comunista de Polonia, donde hay documentos incluso que acreditan la existencia de un plan para envenenar al papa, el hecho de redescubrir la figura eminente de un gran santo que jamás se bajó de la Cruz y que es un poderoso intercesor para los tiempos de hoy.
Qué paradoja que el comunismo en Polonia quisiera acallar la voz de la Iglesia y, tras siglos de pontífices italianos, se dieran de bruces con un papa polaco.
Es el ejemplo más claro de cómo un hombre que se fio de Dios logró derribar un régimen totalitario. Fue Dios, precisamente, quien se sirvió de él para hacer ese gran milagro en su propio país. Con Dios, todo; sin Dios, nada.
¿Habéis tenido que desechar mucho material durante el montaje?
Hemos tenido que hacer una selección, sí, tanto de imágenes como de fotografías y documentos que nunca antes se han visto.
Antes de Wojtyla. La investigación has dedicado dos documentales al Padre Pío. ¿Qué ha aportado este santo capuchino a tu vida?
Es el santo que cambió mi vida. Dios se sirvió del fraile de los estigmas para que retornase a Él tras 15 años sin pisar un confesionario. El Padre Pío me enseña hoy la enorme importancia de frecuentar los Sacramentos (Confesión y Eucaristía, por este orden) y del sentido del sufrimiento para salvar almas.
Con la extensa trayectoria que tienes como periodista y escritor, ¿qué te impulsó a introducirte en el mundo del cine?
La Providencia, con mayúscula. Siempre me ha fascinado el cine y he visto muchísimas películas, pero jamás pensé que pudiese dirigir y escribir tres largometrajes en tan sólo dos años y medio. El Padre Pío quiso que empezara con El Misterio del Padre Pío. Él me rodeó de un equipo de grandes profesionales del cine español, la mayoría de los cuales no eran creyentes y sin embargo ahora, por su intercesión, han recibido el don de la fe.
Salvo casos puntuales, el catolicismo es menospreciado o directamente ignorado en el ámbito del cine español. ¿Sientes que nadas a contracorriente?
Desde luego. Pero no sólo en el cine sino en todos los ámbitos de la vida: seguir a Cristo no sale gratis, lleva implícita una persecución. De hecho, ya nos avisa Él en el Evangelio. Y Él, no lo olvidemos, es la Verdad.
Tu esposa ha trabajado contigo como productora ejecutiva en tus tres largometrajes. ¿Cómo ha sido la experiencia para ambos?
Muy enriquecedora desde el punto de vista de nuestro matrimonio y de la vida interior de cada uno. Es la prueba fehaciente de cómo pese a nuestras limitaciones de todo tipo, incluidas las económicas, los proyectos de Dios salen adelante a pesar de nosotros mismos y de las circunstancias más adversas.
¿Cuáles son tus mayores referentes cinematográficos?
Si tengo que elegir un director, me quedo con Frank Capra y su película Vive como quieras. Mi mejor actor, John Wayne, en Centauros del desierto; y mi actriz favorita, Ingrid Bergman, en Casablanca.
¿Tienes algún otro proyecto entre manos?
Acabo de terminar el guión de mi cuarto largometraje en pleno confinamiento.
Y ahora brevemente:
Una película: ya la he dicho.
Un libro: Los Miserables, de Víctor Hugo.
Una canción: Aunque tú no lo sepas, de Enrique Urquijo y Los Problemas.
Un personaje histórico que te inspire: Jesucristo.
Una fecha importante en tu vida: 5 de agosto de 2009, el día de mi conversión.