Toques del alma (XCVIII)
1. El que, como el hijo pródigo, entra en lo más profundo de sí mismo (Lc 15,17), llega hasta sus raíces y se da cuenta…
1. El que, como el hijo pródigo, entra en lo más profundo de sí mismo (Lc 15,17), llega hasta sus raíces y se da cuenta…
1. No hay terreno, por muy árido y pedregoso que sea, que no dé su fruto si se deja al cuidado de un experto. No…
1. Todos echamos raíces. Unos en Jesucristo, como anuncia Pablo (Col 2,6); otros en el campo de sus proyectos. El problema es que si en…
1. Cuando nos alejamos de Dios nos cuesta creer que en el caso de volver a Él siga siendo el mismo de antes; y nos…
1. Todos somos caminantes por naturaleza. La cuestión es si seguimos los caminos de los hombres, que con distintos trazados son siempre vueltas que te…
1. Quien no vive para la eternidad disfrutando ya sus primicias, no aprecia la esencia del tiempo en sus días y horas; más aún, es…
1. Es triste ver en un banquete un puesto vacío, pues es señal de que alguien rehusó la invitación. Más tristeza nos debe dar que,…
1. Como Abraham, necesitamos salir de nuestra tierra y adentrarnos en la que Dios nos quiere mostrar, esa tierra interior que, al que da con…
1. Vemos con frecuencia en el Evangelio que mientras Jesús hablaba, los fariseos murmuraban en su interior. Estos fariseos representan a todos aquellos que se…
1. Toda conversión al Evangelio es entendida como una restauración personal, no hay atajos ni euforias; la conversión, como todo crecimiento, lleva su tiempo. El…