Hace unos días ha sido censurada en varias ciudades españolas una campaña en favor de la vida lanzada por la ACdP, que aludía a la inminente ley que incluirá penas de cárcel de hasta un año para aquellos que recen frente a centros abortistas. La libertad de expresión se está limitando de manera preocupante. No solo legislativamente, sino con descalificaciones, en este caso a los grupos provida, que buscan amedrentar y bloquear cualquier tipo de debate sobre el asunto. Las grandes beneficiadas son las clínicas abortistas, justo la peor cara del capitalismo.
Que la vida humana comience, como por arte de magia, a partir de tal o cual semana carece de fundamento científico o intelectual. Menos aún si discrimina, con un plazo diferente, a los no nacidos con síndrome de Down.
RedMadre y otras asociaciones prestan asistencia a mujeres con embarazos complicados, ya que defender la vida no tiene nada que ver con condenar. Es pedir que no se condene al nasciturus, una cuestión que abordan estas quince películas. Unas de forma directa y otras, tratándose de un tema tan polémico, dentro del subtexto, como la francesa Le fils de Joseph, que refleja las presiones que sufren algunas mujeres para abortar. En esta recopilación también hay una cinta que pone en valor los cuidados paliativos: La vida, de Jean-Pierre Améris. Es una lista para pensar, porque todavía no hay ninguna ley que lo prohíba.

2001 | C’est la vie
Jean-Pierre Améris